«El independentismo es el peor rostro del populismo: no se le ha hecho frente en 38 años»

«Hay directores que visten el cargo y Bieito es uno de ellos». El que fuera presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid (APM) y actual colaborador de ABC, Fernando González Urbaneja, ha sido el encargado de introducir la conferencia ofrecida por el director de esta cabecera en el Club Siglo XXI de Madrid. Ante personalidades y autoridades tan reconocidas como la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre, el director general de la Policía, Ignacio Cosidó, la delegada del Gobierno en la Comunidad Concepción Dancausa, el psiquiatra Enrique Rojas y el embajador de Portugal en España, Francisco Ribeiro de Menezes, entre otros, el periodista gallego ha desgranado, una tras otra, las crisis que cree que sufre España en la actualidad.

A las netamente sociales, como el reclamo al Gobierno central de una política natalista que faculte remontar contra el «suicidio demográfico» al que estamos abocados, y a la necesidad de que España acometa una reforma educativa de calado, Bieito Rubido ha añadido la crisis política, con dos grandes partidos que no se ponen de acuerdo y el florecimiento de la extrema izquierda y los populismos, la crisis de autoestima que atraviesa el sentir del ciudadano nacional y la crisis de valores.

Razones para emerger como China, el país que más cree en sus posibilidades, sobran: «Somos la segunda potencia turística del mundo, el octavo país que más invierte en su Estado del bienestar, el segundo con más línea de alta velocidad ferroviaria del planeta, el cuarto del mundo con mayor longevidad y esperanza de vida o el quinto más seguro del mundo...», ha enumerado, y aún así el español no siente que está en un país con una gran Sanidad, sino que considera que está en un «mal país».

Las imágenes de un mal país las propician, entre otras cosas, los presidentes autonómicos como Artur Mas debiendo comparecer ante la Justicia por saltarse las normas, porque otra crisis en la que se ha imbuido España es la de «convertir al nacionalismo en una ideología progresista, cuando en realidad es perverso, insolidario y actúa contra la historia», opina el director gallego. Para Rubido, es precisa ya una reforma de la administración del Estado, con el adelgazamiento y racionalización de competencias transferidas a las autonomías si es menester, porque todavía recuerda, y así ha contado la anécdota ante los asistentes, «el día que en el despacho del entonces presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, dijo que si fuese por él devolvería la Sanidad» al Estado. «En lugar de defender lo que nos une, siempre ponemos el acento en lo que nos separa -ha reivindicado Rubido-, se empeñan en poner en alza las singularidades. Hay que abordar una profunda reforma del modelo del Estado e ir a un Estado más ligero, que no agobie al ciudadano». A los problemas ya consabidos como la corrupción, Bieito Rubido ha querido destacar el requerimiento de una profunda reforma de la Justicia, dotándola de las herramientas necesarias para hacerla rápida y eficaz.

«Soluciones fáciles a problemas complejos»

De acuerdo con Rubido, el auge de los populismos es otro de esos fenómenos que surgen en pleno vendaval económico y de valores, como los que está atravesando nuestro país, y ha parafraseado a José Ortega y Gasset para colegir que partidos como Podemos nacen «como soluciones fáciles a problemas complejos».

«El peor rostro del populismo es el independentismo: no se ha hecho frente a este problema como se debía en 38 años», ha abundado Rubido, quien ha dicho no entender los reproches hacia el Gobierno actual por su inmovilismo con Cataluña cuando «se les ha prestado 40.000 millones de euros en los últimos tres años por la vía del Fondo de Cohesión Social, también se ha cedido durante casi cuatro décadas a todas sus peticiones, como conceder inmunidad de los tribunales a presuntos corruptos como el propio Jordi Pujol. Desde Suárez hasta Aznar y Zapatero, pasando por González, se hicieron las transferencias generosas que reclamaba Cataluña, como Tráfico y la creación de los Mossos», entre otras. «De las muchas crisis que tiene España, el independentismo es la peor de ellas. En 38 años solo una vez se han sentado a rendir cuentas ante la Justicia por saltarse las normas y es ahora», ha reivindicado el director del rotativo centenario. El envalentonamiento de los secesionistas solo se combate «reflexionando y diagnosticando el problema», y «que la Justicia funcione ante ellos, porque incluso en este país no se llegan a cumplir las sentencias» (aludía Rubido al quebrantamiento legislativo que ha sentado hoy a Mas en el banquillo de los imputados por su aquiescencia participativa en la consulta del 9 de noviembre de 2014), ha venido a remarcar Rubido.

Considera que la medida anunciada por Alberto Núñez Feijóo de dar un cheque bebé de cien euros no va a fomentar que se tengan más hijos. «Tengo cuatro y por cien euros al mes no tendría otro», ha bromeado, al tiempo que ha demandado una política que vaya en coherencia con las socialdemocracias europeas, como Suecia y Noruega, de apoyo a la natalidad, con mejor conciliación de horarios y apoyo a las familias como unidad básica de la sociedad.

Frente a frente con el consejero delegado de Vocento, Luis Enríquez, a Rubido se le ha interpelado por la crisis de los medios de comunicación y la supervivencia de la prensa escrita contra la digital, a lo que el director gallego ha defendido que el periódico de papel es un producto de calidad, que pervivirá entre otras cosas porque tiene la capacidad de condensar en pocas páginas la vorágine frenética de la actualidad del día, y que sabrá convivir con nuevos periódicos digitales, que «no canibalizan» al sector, sino que lo «alimentan».

Para terminar en clave política,Bieito Rubido ha hecho su apuesta quinielística personalpara las próximas elecciones generales del 20 de diciembre: «Aunque Pedro Sánchez no está por la labor, los dos grandes partidos de este país, PP y PSOE, debieran unirse en una gran coalición sobre todo para la racionalización del Estado de la Autonomía y para poner a España al día. Es lo que toca».