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Pintadas en el lateral de la Catedral de Sevilla en Calle Alemanes - ABC

Vítores: vandalismo universitario con siglos de historia

Las pintadas de la fachada lateral de la Catedral salieron a la luz tras unos trabajos de rehabilitación

SEVILLA Actualizado: Guardar
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A día de hoy, sería impensable ver a un grupo de jóvenes universitarios cubrir la fachada de un edificio histórico como la Catedral de Sevilla con graffitis del tipo «Manolo Rodríguez se ha doctorado en Derecho» o «Juan Gracia se ha sacado el B2 de Inglés». Esto ya no ocurre, pero sí que pasó, como se puede ver desde la calle Alemanes.

Entre el continúo ir y venir de turistas por los alrededores de la Catedral, siempre hay un grupo de visitantes que miran perplejos las pintadas rojas en la fachada, mientras el guía aclara el por qué. Termina la explicación y los presentes respiran aliviados, como diciendo, «vale, forma parte de la historia». Y aunque es cierto que ya es cosa del pasado de la Catedral, su origen es prosaico.

Durante los siglos XVII y XVIII se extendió la tradición entre los jóvenes universitarios de Salamanca, plasmar sus logros académicos en las paredes de los edificios más reprensentativos de la ciudad. Así pues, se registraba el nombre del estudiante o docente que había alcanzado un recocimiento académico. Una práctica que también llegó a Sevilla.

Vítor en el lateral de la Catedral
Vítor en el lateral de la Catedral - ABC

Eran los vítores, que originariamente portaron los legionarios romanos como espíritu de victoria, y que más tarde emplearían los universitarios, como muestra de su triunfo estudiantil, cuando conseguían el «Doctorado». Usualmente se empleaba sangre de animal o aceite mezclado con algún pigmento, para que tomara ese color característico.

Según la Real Academia Española, RAE, el vítor es un «letrero escrito directamente sobre una pared, o sobre un cartel o tablilla, en aplauso de una persona por alguna hazaña, acción o promoción gloriosa. Suele contener la palabra víctor o vítor». Y en la fachada lateral de la Catedral, así como en el muro de la Avenida Constitución podemos ver muchos de estos graffitis de siglos atrás.

Poniendo especial atención, se puede descrifrar el nombre de aquellos ilustres universitarios, como Don Melchor o Don Alonso García. Pero no sólo se encuentran en la Catedral. Muy cerca de allí, a unos pasos, también podemos leer el nombre otros que igualmente alcanzaron el éxito académico. Se sitúan en el flanco derecho del Archivo de Indias; allí, sobre los ventanales, también se conservan vítores.

Sin embargo, estos actos de vandalismo universitario, como muchos calificaron en la época, acabó en 1857 cuando por mor de la Ley Moyano, una norma que regulaba la enseñanza que intentó erradicar el analfabetismo dominante en la sociedad española, las universidades, excepto la de Madrid, perdieron la facultad de conceder ese título. Los vítores volvieron en 1954 con la recuperación de los doctorados.

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