ENTREVISTA
«La tortilla de patatas es triunfo asegurado fuera de España»
El ingeniero sevillano José González Garrido anima a que se eduque a los jóvenes a ser independientes «y a que sepan hacer de todo un poco»
José González Garrido (Pedrera, Sevilla, 1982) es fundador y CEO de Galgus, una empresa tecnológica con sede en Camas que ha ganado numerosos premios nacionales e internacionales, entre ellos el Emprendedor XXI, que otorgan la Caixa y el Ministerio de Industria, el premio a la mejor scaleup tecnológica europea en infraestructuras tecnológicas y el prestigioso galardón internacional a la innovación de EIT Digital que recibió en Nueva York.
Esta compañía sevillana, que acaba de abrir una sede en Norteamérica, está especializada en gestionar redes wifi en lugares con gran densidad de usuarios como aviones, barcos, trenes y hoteles. Quedaron finalistas el pasado año en el premio a la mejor pyme española. González Garrido ha trabajado en Dresde, Hamburgo, Berlín y Edimburgo.
Desde los 18 años, cuando empezó Ingeniería de Telecomunicaciones en Sevilla, se iba todos los veranos a trabajar fuera de España, a hoteles o lo que surgiera. ¿Sus padres qué decían?
Siempre nos han animado a ser independientes y a viajar y aprender idiomas. Mis padres tenían su propio negocio en Pedrera pero no tiene nada que ver con la ingeniería. Pero sí tengo un abuelo químico y otro arquitecto. Y varios tíos que son ingenieros.
¿Sus seis hermanos hacían lo mismo que usted?
Una hermana vive en Italia, trabajando de profesora de inglés y otro, que es ingeniero aeronáutico , vive en Inglaterra. Nos hemos criado en Pedrera, en el campo, en contacto con la naturaleza y los animales y esa es de las mejores cosas que me ha pasado en la vida. Todos nosotros sabemos cocinar, recoger aceitunas, cuidar de animales y es una buena parte de la educación. Porque desde pequeño aprendes a formar parte activa del hogar . Una familia, en cierto sentido, es como una empresa, y yo creo que eso ha sido muy positivo. Siempre hemos sido muy independientes.
Se habrá topado en su vida con muchos estudiantes que no tienen nada que ver con su familia...
Vine a Sevilla con 17 años a estudiar la carrera y compartí piso con dos estudiantes y recuerdo que llegaban todos los lunes con cinco taper congelados con las comidas y cenas de toda la semana que le hacían sus madres. A veces se traían macarrones con tomate porque no sabían hacerse ni eso. Eso es, a mi juicio, un fallo en la educación que le damos a nuestros hijos porque los convertimos en inútiles. Todos deberíamos saber hacer unos macarrones con tomate o una tortilla de patatas . Me alegra de que mis padres me hayan educado así, sabiendo hacer un poco de todo.
¿Cúal es su especialidad?
Me gusta mucho cocinar y combinar cosas y en Alemania e Irlanda he compartido recetas. Hago cosas con quinoa desde hace diez años cuando estuve en Perú y aquí la quinoa apenas era conocida. Me gusta hacer arroz y cuando he estado en el extranjero he hecho muchas tortillas de patatas, que es triunfo asegurado fuera.
