El presidente de la CES, Miguel Rus
El presidente de la CES, Miguel Rus - RAÚL DOBLADO
EMPRESAS

Miguel Rus: «Dan ganas de pedir la independencia igual así conseguimos un plan de inversiones»

La Confederación de Empresarios reclama en la asamblea anual el avance de las infraestructuras y una reducción de la presión fiscal para dar oxígeno a las pymes

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La asamblea anual de los empresarios sevillanos ha arrancado este miércoles con un agrio regusto por la retirada de uno de los proyectos estratégicos de la ciudad y el anuncio de la lluvia de millones que el Gobierno central va a destinar a Cataluña. «Dan ganas de pedir también la independencia, igual así conseguimos un plan de infraestructuras», ha ironizado el presidente de la CES, Miguel Rus, que ha atendido a los medios poco antes de iniciar este encuentro en el Club Antares.

El Salón Spica reservado para la ocasión se ha quedado pequeño para una cita a la que las asociaciones empresariales han llegado cargadas de justas exigencias. Al menos siete problemas tristemente históricos cortan las alas a los principales sectores de la ciudad que claman soluciones.

El máximo representante de la Confederación de Empresarios de Sevilla los ha ido enumerando en su discurso, más duro y pesimista que el de años anteriores.

La estabilidad política llega tarde

Los procesos electorales y la eterna negociación para tener un Gobierno en Madrid pesan todavía en el empresariado, que ha visto pasar en blanco el primer ejercicio de crecimiento útil. La estabilidad del Ejecutivo era más importante de lo que parecía a pesar de los 500 kilómetros que separan Sevilla de la capital de España. «Este 2016 ha sido un año duro porque estábamos saliendo de la crisis y no se ha podido avanzar en ningún proyecto», ha señalado Rus, tras recordar que las grandes infraestructuras están prácticamente paradas, por no hablar del varapalo que ha supuesto la retirada del dragado del Guadalquivir.

Escaso apoyo de las administraciones

También ha aprovechado para dar un toque de atención a las administraciones públicas, a las que acusa de no estar a la altura de las circustancias. Y no se ha mordido la lengua a la hora de señalar. «Oímos mucha palabrería de que necesitamos más empresarios, que somos los que creamos empleo, pero qué hacen de verdad para mejorar esa situación», se ha preguntado. Ese discurso es aceptable en años de crisis, pero no cuando se inicia la recuperación, por eso dice echar de menos «equipos que hagan un trabajo en conjunto». Por el contrario, dice encontrar «una administración que reclama a la otra o le pide dinero en lugar de ponerse de acuerdo para ver cómo pueden colaborar».

El olvido de las infraestructuras

Los grandes proyectos de la ciudad permanecen adormecidos. El responsable de la CES se ha referido en primer lugar a los túneles de la SE-40, que continúan sin fecha mientras se avanza en los dos tramos de esta conexión. «Al final tendremos dos calles que no llegan a ninguna parte porque no se soluciona el cuello de botella», ha considerado, para continuar con los problemas de movilidad sin una planificación de las líneas de Metro, sin enlace con la red de Cercanías y sin conexión con el Aeropuerto de San Pablo que aún no forma parte de ninguna iniciativa a corto plazo.

Todo eso sin contar con el fiasco del dragado de profundización del río que, a su juicio, no se ha defendido adecuadamente. Este empresario ha recordado que «hoy día el transporte y la logística son los cimientos clave para cualquier actividad empresarial».

Un barco atracado junto a una de las grúas
Un barco atracado junto a una de las grúas - ABC

Impuesto de Sucesiones

La región con más paro y menos crecimiento de España no puede permitirse excesos fiscales como el Impuesto de Sucesiones que Miguel Rus considera «el mayor destrozo de las familias y las empresas andaluzas, que en su mayoría son pymes y micropymes, no os podéis imaginar el daño que supone», ha asegurado, poco antes de anunciar unas jornadas que ha organizado el colectivo empresarial para analizar el impacto real.

Economía sumergida

La terrible competencia desleal que ejerce toda esa actividad irregular es otro peso que carga, casi en exclusiva, sobre las espaldas del tejido productivo de la capital. Los empresarios critican «el escaso trabajo que se ha hecho» para terminar con la economía sumergida y reclaman una mayor vigilancia. Todos esos negocios que funcionan al margen de la legalidad «falsean las cifras de paro y ponen en riesgo a los que sí cumplen las normas», ha destacado Rus..

El coste de la capitalidad

«Sevilla es injustamente castigada en presupuesto, en infraestructuras y en todo, nos castigan constantemente y no pasa nada», se ha lamentado amargamente el responsable de la patronal, que atribuye esa actitud al coste de la capitalidad. «Se imaginan que el segundo puente de Cádiz no se hubiera hecho y estuviera parado como la SE-40, que el Aeropuerto de Málaga no estuviera conectado con la red de AVE, que no se hubieran terminados las líneas del Metro de Granada. Sólo quiero para Sevilla lo mismo que los demás».

Poca iniciativa municipal

La primera ventanilla del ciudadano y, por extensión, del empresario es el ayuntamiento. Sus decisiones pueden determinar el éxito o el fracaso de un simple negocio y en lo que toca la tejido productivo de la capital, formado eminentemente por pymes, cualquier cambio es clave. La patronal destaca la falta de colaboración del Consistorio de Sevilla con los tres sectores clave: la hostelería, la construcción y la movilidad. Todos ellos encuentran trabas que van desde las dificultades para abrir un establecimiento a las deficientes y lentas conexiones para desplazarse por la ciudad o el ya criticado registro de solares que supone un agravio comparativo con el resto de España.

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