Sevilla se vacía de taxis durante seis horas por una protesta contra empresas como Cabify

Los taxistas se han bajado de sus coches durante seis horas para reclamar mano dura con el intrusismo y la competencia desleal que a su juicio incurren empresas del transporte concertado, las llamadas VTC, cuando no cumplen con el reglamento del transporte y, por ejemplo, captan clientes en las paradas.

Este paro se ha notado en la capital hispalense donde fue prácticamente imposible conseguir un taxi en las horas que duró el paro del gremio, entre las nueve de la mañana y las tres de la tarde. La imagen fue más que evidente en las paradas de Santa Justa y del aeropuerto donde hubo usuarios que se enteraron de lo que estaba pasando maleta en mano.

El colectivo había preparado unos servicios mínimos compuestos por 75 taxis de una flota de 2.000 vehículos, que sólo iban a realizar servicios urgentes como traslados de enfermos a hospitales.

El paro que se llevó a cabo en Sevilla era en cumplimiento de una protesta que protagonizó el sector en distintas ciudades españolas para reclamar al Ministerio de Fomento una regulación más estricta de los vehículos de transporte concertado (VTC).

En Sevilla, la manifestación de protesta que acompañó la jornada de paro empresarial, que tuvo un seguimiento absoluto, partió cerca de las once de la mañana de la Isla de la Cartuja y tuvo como destino el Parlamento, donde los taxistas fueron recibidos por los diputados autonómicos Teresa Rodríguez de Podemos y Antonio Maíllo de IU-CA.

El sector reclamaba no sólo la implicación del Estado sino también de la Junta, «que tiene competencias», para que «haga cumplir» la regulación en materia de transporte individual de pasajeros e impida los supuestos casos de intrusismo en los que, según los taxistas, incurren los conductores de vehículos de transporte concertado (VTC). «No hay inspectores de transportes suficientes. Sólo 13 para toda Andalucía y con ese número no se hacen inspecciones», señalaba a ABC el presidente de la Unión Sevillana del Taxi, Fernando Morales, quien lamentaba que sólo la Policía Local de Sevilla está actuando en la detección de irregularidades.

Además de la Unión Sevillana del Taxi, también participaron en la protesta las otras asociaciones del sector con implantación en la capital: Solidaridad Hispalense del Taxi, Élite Taxi Sevilla y Asociación del Taxi de Sevilla cuyos miembros se distinguieron porque iban con camisetas identificativas de su asociación.

Los más ruidosos fueron los asociados de Solidaridad que portaban una pancarta en la que se podía leer: «Ésta es la banda verdadera del taxi», en clara alusión a la investigación policial que señala que hay una organización «criminal» dentro del gremio que tiene el monopolio de la parada del aeropuerto de San Pablo.

«Ésta es la banda»

La Brigada de Información de la Policía Nacional mantiene bajo investigación a 32 taxistas, cinco de los cuales fueron incluso detenidos aunque puestos en libertad a las pocas horas. Se les vincula con las amenazas y agresiones a conductores de empresas como Cabify pero también a otros taxistas que no pertenecen a la misma organización y han querido trabajar en el aeropuerto de San Pablo.

Fernando Morales, antes de tomar la pancarta de cabecera a la que se había unido la concejala de IU del Ayuntamiento de Sevilla, Eva Oliva, reclamó al Gobierno andaluz que «tomara cartas» en el conflicto que enfrenta a los taxistas con los conductores de vehículos concertados. «No nos metemos con las empresas que son legales pero sí con aquellos que no cumplen con la normativa ocupando nuestras paradas o captando a clientes». Morales recuerda que la normativa sólo permite a los VTC recoger a clientes que previamente han demandado su servicio.

La manifestación provocó retenciones de tráfico a su paso. Sobre las once de la mañana estaba cortada la salida de La Cartuja por el puente de la Barqueta. A la llegada de la cabecera de la manifestación a Torneo, los problemas de circulación se prolongaron hasta el Alamillo. Si bien no hubo incidentes en el desarrollo de la protesta.