URBANISMO Y TURISMO

Sevilla se suma en año y medio al club de ciudades con museos de la cerveza

El Guinnness Strorehouse de Dublín o la Heineken Experience de Ámsterdam inspiran el modelo que va a estrenarse en Nervión

Recreación del que será nuevo museo de la Cruzcampo ABC

E. BARBA

Sevilla tendrá a partir de la segunda mitad de 2019 un museo de la cerveza en uno de los dos edificios de la antigua fábrica de Cruzcampo que se van a reformar en los próximos meses, el llamado «Mosaico», donde también está ubicada la escuela de hostelería de esta compañía y en el que dentro de año y medio se podrá disfrutar de lo que han venido a denominar «experiencia Cruzcampo». Este término con el que Heineken pretende definir el nuevo espacio -al tratarse de algo más que un museo al uso- es el que se usa ya, por ejemplo, en Ámsterdam para la Heineken Experience, en la que se inspirará la nueva instalación de Nervión.

La capital andaluza se sumará así a la lista de ciudades que cuentan con museos de la cerveza de importancia y convertidos en centro de atracción de visitantes, como se pretende hacer en la vieja instalación fabril de la Avenida de Andalucía . Ésta va a contar con un importante espacio de merchandising y venta de productos con la marca, y también con una zona de degustación de la clásica Cruzcampo y otras cinco cervezas artesanales que van a fabricarse allí mismo. No puede faltar el bar, naturalmente. Con estas instalaciones, Sevilla se convertirá en «la capital de la cerveza del sur de Europa» , según apuntaron los responsables de Heineken, y formará parte de los destinos con museos dedicados a la cerveza. Entre los que hay alguno muy conocido.

Sin duda, la principal referencia en este ámbito en Europa es la fábrica museo de Guinness Storehouse en Dublín , donde pueden conocerse todos los secretos de una de las cervezas más populares del planeta. Junto a las instalaciones de la fábrica de cerveza este museo muestra todo el proceso de elaboración de la Guinness. También hay una sección dentro de este museo dedicada al transporte y la conservación de esta cerveza, a los anuncios publicitarios históricos de la marca, a los utensilios empleados en su elaboración... La visita culmina en el bar panorámico de 360 grados en la misma azotea del edificio de Saint James's Gate, con una vista espectacular de Dublín y con la degustación de una buena pinta de Guinness que se incluye en el precio de la entrada (de 20 euros).

Terraza del Guinness Storehouse ABC

El otro gran museo europeo de la cerveza es el citado de la capital holandesa, la Heineken Experience . Situada en el centro de la ciudad, esta antigua fábrica elaboraba todas las bebidas de la marca hasta 1988. En ese año, debido a la gran demanda del producto, la principal línea de producción fue trasladada a instalaciones más grandes fuera de la ciudad, como le ha ocurrido a la Cruzcampo en Sevilla, y años más tarde se creó la Heineken Experience. Hoy en día la fábrica original funciona como un museo y atracción turística que ha sido visitada por millones de personas de todo el mundo desde que abrió sus puertas en 2001. La Heineken Experience incluye un paseo interactivo y autoguiado a través del edificio que vio nacer a la compañía donde se cuenta la historia de la empresa, los procesos, la evolución del logotipo... Sobre sus más de 3.000 metros cuadrados podremos recorrer y, sobre todo disfrutar, de las 8 semanas que tarda el proceso de elaboración. Y por supuesto, una degustación, que se incluye con la entrada (de 16 euros).

Ya algo menos conocido, pero igualmente significativo, es el museo de la cerveza de Pilsen , la ciudad checa que dio nombre a uno de los tipos más comunes de esta bebida, la pilsener. Este museo está situado en el mismo edificio de la cervecería original, en en el centro histórico, y en él una exposición que da a conocer los procesos de fabricación, los secretos de producción o los métodos para servir y beber la bebida de lúpulo a lo largo de la historia. Pueden contemplarse recreaciones de bodegas medievales o de las cantinas del pueblo entre los siglos XIX y XX, así como una amplia colección de objetos y curiosidades relacionadas con la cerveza.

En Múnich, por su lado, funciona el museo de la cerveza y de la Oktoberfest , espacio expositivo con más de 650 años de antigüedad y escondido entre las callejuelas de la ciudad que muestra la historia de la cerveza en la capital bávara desde sus orígenes, con las seis grandes cerveceras actuales: Augustiner, Spaten, Hacker-Pschorr, Hofbräu, Löwenbräu y Paulaner.

La Heineken Experience, en pleno centro de Ámsterdam ABC

En Copenhague se puede conocer a la perfección la cerveza Calsberg, que, según su eslogan, es «posiblemente la mejor cerveza del mundo». Esta marca tiene en la capital danesa el Museo Calsberg , con tour y degustación incluida. Este centro de visitantes se ubica en una casa de 1882, con amplias exposiciones sobre la importancia cultural e histórica de la familia que da nombre a la bebida y la cervecería en sí. La visita a la fábrica de cerveza Calsberg es un recorrido de unas dos horas que permite conocer todos los secretos e historia de su elaboración y la que probablemente sea la mayor colección de cervezas del mundo: unas 12.000 botellas de diversas procedencias.

La cerveza belga, por su parte, tiene tras de sí siglos de enorme tradición, de ahí la importante cantidad de museos dedicados a esta bebida que existen en ese país. Destaca en la mismísima Grand Place de Bruselas el Museo de la Confédération des Brasseries de Belgique, que mantiene un museo dedicado a esta bebida, el Musée des Brasseurs Belges . Allí se pueden degustar tipos de cerveza del siglo XVIII hasta las de nuestros días, conociendo toda la labor artesanal y tecnológica que hay detrás de la elaboración de la cerveza.

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