El éxodo hacia Madrid
«Sevilla es maravillosa para vivir, pero no para trabajar»
Dos jóvenes que se han marchado a Madrid y otros tres que han vuelto a Sevilla relatan su experiencia
Rocío Gallego nació en Paradas hace 27 años. Se fue a Alemania y tras pasar por un periódico inglés se marchó a Madrid a hacer prácticas en la agencia de comunicación Trescom. Allí sigue tres años después con un puesto estable. Ella decidió marcharse a Madrid porque, después de tres años de prácticas en medios sin cobrar en Sevilla, quiso probar suerte en Madrid para conocer gente y ampliar contactos para conseguir experiencia. «En Madrid hay muchísimas más oportunidades y las empresas ofrecen mejores condiciones laborales. Comencé como becaria cobrando casi 1.000 euros, algo que no encontré en Sevilla. También hay que admitir que en Madrid hay más posibilidades porque hay el triple de empresas», dice. ¿Volver? Al principio era su sueño. Ahora no lo tiene tan claro. Aunque sigue con las alertas de oferta de empleo en Sevilla activas, explica que son muy parecidas a las de hace unos años y que la mayoría de sus conocidos están fuera. «Sevilla es la ciudad más maravillosa para vivir, pero por ahora no para trabajar. Madrid me dio la oportunidad de crecer como periodista con un puesto digno y mi sueño es seguir creciendo aquí».
«La puerta está abierta»
A sus 36 años, Isa Jiménez lleva unos meses en Madrid. No se marchó por falta de trabajo en Sevilla sino porque quería dar el salto. Después de diez años en Radio Nacional como redactora haciendo información andaluza, le apetecía conocer como funciona una empresa grande en Madrid y hacer otras cosas. Ahora está en los matinales de Radio Nacional. Piensa que los sevillanos se marchan de su ciudad por falta de oportunidades y porque en la capital de España «hay más trabajo». Según admite, el problema es que en Sevilla y en Andalucía no hay tantas opciones como puede haber en Madrid. Aún así, ella es optimista y cree que las cosas mejorarán poco a poco. «No todo es malo», admite Isa Jiménez. «Los sevillanos quieren volver a su casa porque es donde están a gusto». Seguramente por eso esta joven, que también sigue echando de menos la ciudad hispalense, ha dejado la puerta abierta a hacer el camino inverso. «Me lo planteo como un hasta luego», dice.
«Siempre pensé en regresar»
Después de muchos años fuera, Prado Pérez Morillo ha podido volver a su tierra . Lo ha hecho a los 45 años para dar clase en el Colegio Maristas San Fernando, donde es profesora de francés en Primaria. Estuvo muchos años fuera, primero en Francia y luego en Madrid. Prado, que se marchó por el trabajo de su marido, siempre quiso volver a Sevilla. «Siempre pensé en regresar, después de varios años fuera» . Ahora, que sus hijos son mayores, surgió una oportunidad profesional en el colegio Maristas que cubría sus expectativas profesionales y personales. Y compró el billete de vuelta. Esta profesora, que sabe que Sevilla es una ciudad «muy especial», afirma que todos los sevillanos que ha conocido en España y en el extranjero , «tenemos la idea romántica de volver» . Pero es consciente de que sólo se puede «cuando este deseo va acompañado de una buena oportunidad laboral o una merecida jubilación».
Y en eso también depende del sector profesional pues, aunque, en general, la situación laboral en España ha mejorado un poquito, «desgraciadamente no se pueden comparar las escasas oportunidades en Andalucía y en Sevilla con otras grandes ciudades españolas». Por eso está satisfecha con la decisión de la Junta de incluir el francés en Primaria, que permite que sevillanos como ella sientan «el privilegio y la oportunidad de volver a disfrutar de nuevo de nuestra gente y de esta maravillosa ciudad».
«Somos privilegiados por volver; Hay poca oferta»
Rafael Carvajal García-Corona y su novia Magdalena Domínguez-Manjón, de 30 años, estudiaron Administración y Dirección de Empresas. Ellos han podido volver después de estudiar y pasar varios años trabajando en Madrid. Cuando Rafa estaba a punto de finalizar un contrato se puso a buscar otro empleo y una amiga le habló de una empresa de Sevilla. Acudió y le seleccionaron. «La vuelta a Sevilla después de once años en Madrid fue estupenda. Volver a tener a mi familia cerca, muchas aficiones que tenía casi abandonadas, amigos... Me sentí un privilegiado al conseguir un trabajo durante un período en el que hay poca oferta laboral de calidad en Sevilla para la gente de mi edad». Algo parecido ocurrió con Magdalena, que, tras estudiar en Sevilla se marchó a Madrid a trabajar. Tras seis años, ha encontrado un trabajo acorde a su formación y experiencia que le permite desarrollarse profesionalmente. «Muchas personas de mi entorno optaron por mudarse a Madrid o al extranjero para tener un trabajo acorde a su formación. Muchos tienen el objetivo de volver. Algunos lo consiguen, otros esperan la oportunidad», admite esta pareja.dsdsgsg
Noticias relacionadas
