SALIÓ HUYENDO DEL AGRESOR

Relato de una enfermera atacada por un usuario que partió el mostrador del ambulatorio

«Me empujó contra la pared, gritó e insultó y tuve que refugiarme en un cuarto»

Centro de salud de San Hilario, en Dos Hermanas PEPE ORTEGA

AMALIA F.LÉRIDA

No ha pasado un mes desde que empotraron a una médica contra la pared y le tiraron el ordenador a la cabeza en el centro de salud de San Hilario de Dos Hermanas cuando ya se ha producido otra nueva agresión, esta vez a una enfermera.

Fue el pasado miércoles sobre las dos menos veinte de la tarde. Ella estaba en su consulta de urgencias atendiendo a un paciente y, de pronto, tuvo que salir al corredor ante los gritos y golpes «horrorosos» que estaba oyendo.

«Entonces —relató ayer a ABC— vi a un hombre de mediana edad dándole puñetazos al mostrador con tal fuerza que lo partió. Quería que lo atendieran inmediatamente y cuando me vio con la bata blanca se vino para mí. Iba detrás una mujer que llevaba a una niña en brazos con una herida en la ceja. Empezó a empujarme contra la pared, gritándome e insultándome. Yo estaba aterrorizada porque no había vigilante allí ni nadie. Estaba yo sola con varios pacientes que esperaban en la sala y a los que se les subió la tensión y tuvimos que mandar a casa con una pastilla».

La víctima metió a la mujer y a la menor en la sala de la consulta y se quedó fuera porque el hombre no paraba de dar puñetazos a la puerta, enfurecido. En ese momento llegaron el director del centro y un administrativo que tampoco consiguieron calmarlo por lo que, junto a la enfermera, tuvieron que salir «huyendo y buscar una habitación donde refugiarnos para llamar a la Policía».

Cuando llegaron los efectivos, el hombre ya se había marchado. Dice la enfermera, que está dada de baja por lesiones psicológicas, que en el centro de salud hay un vigilante los fines de semana y los festivos pero los demás días no «y es necesario que esté aquí porque yo ese día me temía que pudiera pasar lo peor».

Las agresiones al personal sanitario que ya están considerados como autoridad por el Código Penal, siguen siendo el pan nuestro de cada día. Según Reyes Zabala , secretaria provincial del sindicato de Enfermería Satse, en el Registro de Agresiones del SAS en Sevilla en el año 2016, figuran 194, de las que 30 son físicas y 164 psicológicas, en todas las categorías profesionales. En cuanto a las víctimas, 30 eran hombres y 164 mujeres.

Zabala pide a los ciudadanos que no agredan a los profesionales «que les cuidamos, curamos y además velamos por su salud»; y, al SAS un punto de urgencias más en Dos Hermanas que con la elevada población que tiene solo dispone de este de San Hilario y de otro en Montequinto.

«Los usuarios —dice— tienen que esperar hasta 4 horas en ser atendidos porque no hay medios ni personal suficientes y las deficiencias del sistema la pagamos los profesionales». Explica que en Dos Hermanas hay 5 centros de salud y dos en Montequinto y que a partir de las ocho de la tarde se quedan solo esos dos puntos de urgencias, claramente insuficientes y más en época de alta frecuentación como la actual.

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