Pascual González ya tiene calle en el barrio de la Calzá

Aunque el acto de rotulación de la calle de Pascual González no comenzara a las cuatro en punto, como debía ser, la paradoja sentimental sí permitió que terminara a esa hora gracias a la sevillana «El puente te está esperando», con el acompañamiento a guitarra del propio homenajeado y cantada por el público masivo que quiso acompañarlo en este reconocimiento.

«Son las cuatro de la tarde, la Calzada en su gran fiesta y Pilatos a Jesús, al mismo barrio lo entrega», recitó Rocío González, hija de Pascual desde la plataforma en la que momentos antes fueron develados el rótulo de la calle y un azulejo conmemorativo. Pascual González ya tiene su calle en la Calzá, el barrio de sus raíces, de su niñez y de su juventud.

Un reconocimiento del Ayuntamiento, a petición de la Asociación «Los Niños de la Calzá», al que respondieron masivamente no sólo sus antiguos vecinos sino una nutridísima representación del mundo artístico, desde los propios «Cantores de Hispalis», al compositor Manuel Marvizón pasando por Los del Río, Las Carlotas, Las Soles, Los Romeros de la Puebla, Albahaca, Ecos del Rocío o Enrique Casellas, que cumple el próximo día 5 de marzo veinticinco años cantando, además de representantes de la Hermandad de San Benito, encabezados por su hermano mayor, José Luis Maestre; de las cofradías, poetas, periodistas, toreros, escultores... Todos acudieron como testimonio de cariño hacia este poeta, cantante, pregonero de sentimientos y costumbrismos, que tiene reflejados en más de un millar de obras.

'El puente te está esperando', sevillanas eternas de Pascual González que forman parte del alma de Sevilla @Hdad_SanBenitopic.twitter.com/EKXcr3xV0x

— Alberto Díaz (@ADiazL) 21 de febrero de 2017

El alcalde, Juan Espadas, que se retrasó debido a uno de los muchos actos de la precuaresma, exclamó:«No había visto nunca más gente para rotular una calle» «¡Se lo merece!», gritó la gente. Por «Los Niños de la Calzá», habló Rafael Castañeda:«Hoy es el día de Pascual González, poeta de poetas, gracias por darnos tanto, maestro», para dar paso a su hija Rocío, que leyó las palabras escritas por el emocionado Pascual, tras decir que «evoluciona bien, con buena recuperación y pronto podrá hablar en público». El texto de Pascual González estaba plagado de recuerdos de la Calzá que vivió, con casas de puertas abiertas, gente llana y sencilla, monos azules, buscavidas de chapú, de la Majestad por el barrio, del Rosario de la Aurora, de San Benito...

Rubricó Espadas «agradeciéndole al que está arriba que estés aquí con nosotros» y prometiéndole a Pascual que «muy pronto también el Ayuntamiento tendrá un reconocimiento contigo».