Una Oficina de Festivales será la alternativa al ICAS

La disolución del Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (Icas) anunciada por el delegado Antonio Muñoz tras la polémica gestión económica de este organismo municipal ya se está tramitando. Y el gobierno socialista ha puesto sobre la mesa su alternativa, que consiste en desdoblar las funciones que tenía el Icas para la organización de los eventos culturales de la ciudad. Por un lado, habrá un ente dedicado a la puesta en marcha de actividades, exposiciones , acontecimientos especiales y a la programación de los teatros locales que estará administrado por un número bastante reducido de empleados de la Delegación de Cultura. Por el otro lado, se creará un organismo autónomo , similar al que se va a liquidar, que se llamará Oficina de Festivales . Su cometido será la organización de los certámenes que se celebran habitualmente en Sevilla: la Bienal de Flamenco, el Festival de Música Antigua, el Festival de Cine...

Esta propuesta ya ha sido comunicada a los trabajadores , a quienes ha reunido recientemente la gerente del Icas, Victoria Bravo , para informarles de la nueva fórmula de gestión que está impulsando el gobierno de Juan Espadas y que supondrá una reubicación de todos ellos en los nuevos puestos que se creen. En esa reunión, en la que también participaron la directora general de Cultura, Isabel Ojeda , y la coordinadora general de Hábitat Urbano, Isabel Lara , se explicó cómo será el proceso de rediseño de la estructura cultural sevillana, aunque la creación de los dos nuevos organismos todavía está en estudio por parte de la Intervención municipal , ya que las opciones que tiene el Ayuntamiento ante la actual ley de Administraciones Locales son bastante limitadas.

La liquidación del Icas, no obstante, ya está en marcha después del agujero de casi 800.000 euros que se ha generado en el último año en este organismo como consecuencia del atasco administrativo que padecía. De hecho, el delegado, Antonio Muñoz, sustituyó al gerente que él mismo había nombrado al inicio del mandato, Francisco Cerrejón , para poner al frente del ente cultural de la ciudad a una economista, Victoria Bravo, a quien Muñoz dio indicaciones para poner orden en el batiburrillo contable que desembocó en un reconocimiento de crédito para pagar facturas que, en muchos casos, no tenían expediente.

Con esta remodelación se pone fin, además, al modelo de gestión cultural que implantó Alfredo Sánchez Monteseirín en el Ayuntamiento guiado por el delegado de Cultura que fichó para su último mandato, el profesor y poeta Juan Carlos Marset . La intención del alcalde entonces era crear un órgano que tuviera autonomía administrativa suficiente como para que las actividades culturales de Sevilla no estuvieran condicionadas por la lentitud de la burocracia municipal . El resultado del modelo no ha sido el que se planteó, pero los principales partidos políticos discrepan acerca de las razones. Para el PSOE de Espadas, el motivo principal del atasco económico es la lentitud de la maquinaria unida a los estrictos controles que hace la Intervención, dos obstáculos que restan funcionalidad al Instituto. Para el PP y C’s, en cambio, la causa de esta situación económica es la mala gestión del gerente designado por el gobierno.