La comisaría de La Gavidia está cerrada desde 2003
La comisaría de La Gavidia está cerrada desde 2003 - J.M. Serrano

Mantener la Gavidia cerrada ha costado ya a los sevillanos 800.000 euros

Sólo en seguridad, el Ayuntamiento paga desde 2005 una media de 65.000 euros al año, a lo que hay que sumar los 9,9 que costó comprar la antigua comisaría al Estado

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La falta de acuerdo político para dar un uso concreto a la antigua comisaría de la Gavidia ha supuesto ya un coste para los sevillanos de 800.000 euros, que es exactamente lo que lleva gastado el Ayuntamiento desde que compró el inmueble en 2005. Desde entonces, los sucesivos gobiernos municipales han ido aprobando partidas para abonar la seguridad y mantenimiento de un edificio en ruinas para el que el Ayuntamiento no encuentra una salida. El gasto anual siempre ha superado los 65.000 euros, por lo que el coste de este abandono se aproxima ya al millón de euros, que habrá que sumar a los 9,9 millones que Monteseirín pagó por la vieja comisaría al Estado, además de los cinco solares que le entregó para que Interior construyera otras comisarías, un acuerdo que, por cierto, todavía no se ha terminado de cumplir, ya que falta por hacer la tan reclamada comisaría del Polígono Sur.

El gobierno de Juan Espadas ha aprobado esta semana otra partida de 68.800 euros para prorrogar un año más la seguridad del edificio, una medida que vuelve a poner de manifiesto la ausencia de un plan. En los últimos años, estos contratos se estaban haciendo semestrales para ahorrarse la mitad del año en el caso de que se lograra dar un fin al inmueble antes de que acabase el ejercicio. Pero ya ni siquiera se tiene esa aspiración, por lo que la Gavidia seguirá en las mismas circunstancias.

El propio Monteseirín ya puso el edificio a la venta en su último año de mandato, ya que las discrepancias entre los distintos partidos para decidir el destino del inmueble le impidieron llevar a cabo un proyecto propio en él. Desde entonces, y durante todo el mandato de Zoido, el Ayuntamiento ha ido incluyendo la venta en su presupuesto con la intención de percibir por él 12 millones de euros. Pero para reconvertir ese suelo en terciario, que es lo que permitiría que alguna empresa se interesara, es necesario un cambio de calificación que las fuerzas políticas de izquierdas han rechazado una y otra vez. Y esta disputa que dura ya más de una década está a punto de convertir la operación de compra en un fiasco económico más para el Ayuntamiento, ya que el coste de mantenimiento hará que dentro de dos años el edificio haya costado ya más de lo que se pretende percibir por él. Y sin haberle dado uso jamás.

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