El juicio por el brote de legionela que dejó cinco muertos se salda con una pena de multa

De cuatro años de cárcel a 2.700 euros de multa. Ésa ha sido la rebaja sustancial en la pena que solicitaba la Fiscalía para los acusados en el caso del brote de legionela de 2009, localizado en el hotel Macarena; y la condena que finalmente van a recibir los procesados tras el acuerdo alcanzado por las partes este lunes, minutos antes de que arrancara la vista oral por unos hechos que ocurrieron hace siete años.

En el banquillo de los acusados se iban a sentar Antonio V. M, responsable de mantenimiento de la cadena Sol Meliá en la zona suroccidental, y María Elena T.B., la directora gerente de la empresa especializada en legionela Sick Building Syndrome Lab.

S.L.. que había sido contratada por el hotel para el mantenimiento de las torres de refrigeración. En uno de esos conductos fue detectado el foco del brote que se extendió al cercano hospital Virgen Macarena y que acabó con la vida de cinco personas y dejó otras 15 heridas.

El que fuera director el hotel en 2009 ya fue exonerado por la Audiencia Provincial de Sevilla en un auto dictado por la Sección Séptima.

Los letrados de todos los afectados, a excepción del que representa a la familia de la última víctima mortal que dejó el brote, ya habían alcanzado un acuerdo con las aseguradoras y habían recibido las indemnizaciones, a cambio de retirar las acusaciones de cárcel. Tan sólo quedaba este lunes por dilucidar si arrancaba el juicio con una única acusación particular.

Finalmente, el abogado de los hijos de un hombre de 50 años, que se contagió en el hospital y murió años después, confirmaba que sus representados aceptaban la indemnización de 149.000 euros, y rebajaban las pretensiones iniciales de acusar de homicidio imprudente a los procesados.

De esta manera, los dos únicos acusados que quedaban en este largo procedimiento serán condenados por cinco muertes por imprudencia menos grave y 15 lesiones al pago de una multa de 2.700 euros, cerrando así un largo procedimiento judicial que se inició en septiembre de 2009, con una grave y preocupante alerta sanitaria.

Ese día, el servicio de Medicina Preventiva del Hospital Virgen Macarena alertó a la Delegación Provincial de Salud de varios casos de legionela. Un grupo de expertos confirmaría después que el foco estaba en las torres de refrigeración del hotel Macarena, que según la Fiscalía no habían recibido cuidado alguno. El cúmulo de irregularidades detectadas fue calificado como negligente y responsable de las muertes. Siete años después, este caso que generó ríos de tinta, se cierra sin juicio y con condenas muy leves.