Manuel Cornax, nuevo presidente de los hoteleros de Sevilla
Manuel Cornax, nuevo presidente de los hoteleros de Sevilla - VANESSA GÓMEZ
PRESIDENTE DE LOS HOTELEROS DE SEVILLA

Manuel Cornax: «Habría que declarar en Sevilla algunas zonas saturadas de viviendas turísticas»

«Lo importante no es que vengan más turistas, sino que se queden un día más gracias a la programación cultural»

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Cuando Manuel Cornax (Madrid, 1953) tenía 9 años, sus padres dejaron la capital española para trabajar en los primeros hoteles de la Costa del Sol. Estudió Biología y durante los veranos trabajaba en hoteles paga ganarse un dinerillo. Ante el futuro incierto que le ofrecía la Biología, dejó colgada la carrera en el último curso y se matriculó en Turismo. Al terminar los estudios ya era subdirector de un hotel. De Sevilla se enamoró cuando hizo el servicio militar en la ciudad. A su mujer le pasó lo mismo cuando visitó la ciudad. Tras dirigir hoteles en Córdoba, Almería, Palencia y Madrid, Manuel decidió con su mujer que querían echar raíces en la capital andaluza y aceptó en 1986 el puesto de director el Gran Hotel Lar, cargo que ha ostentando hasta 2016. Desde abril pasado es el nuevo presidente de los hosteleros

de Sevilla.

-Los hoteleros han llorado mucho durante la crisis pero en 2016 se acabaron las vacas flacas.

-Durante la crisis hemos pasado una situación muy muy difícil y era lógico que llorásemos. De hecho, muchos hoteles cerraron y otros cambiaron de propiedad porque no podían seguir adelante. Es verdad que a partir del 2016 ha mejorado la situación, lo que nos ha permitido reformar los hoteles y sanear las cuentas porque lo que se está recogiendo es para tapar los agujeros que nos originó la crisis. Poco a poco estamos mejorando la salud financiera de los hoteles y la planta hotelera porque estamos reinvirtiendo los beneficios. Ahora tenemos que poner los parámetros para que el próximo valle, por no decir crisis, nos coja más preparados. Pero no olvidemos que estamos viviendo de la situación internacional y no sólo en el Norte de África, sino en Turquía, Grecia, Londres, París, Berlín... Sería maravilloso que fuéramos capaces de fidelizar esos clientes oportunistas porque estamos recibiendo muchas visitas mutantes.

-¿Qué propone hacer para fidelizar a los turistas que nos están llegando?

-Hay que enseñarles una Sevilla que les haga volver. Hay que crear una imagen potente, como ocurrió en la Expo 92. El turismo ha cambiado mucho, ya no se busca sólo monumentos, sino vivencias y experiencias. Tu ves un monumento y puedes no querer volver a verlo, pero es más fácil que quieras repetir una experiencia de ver ir a un concierto en una ciudad, como ocurre en Londres. Madrid lleva tiempo migrando hacia este sistema y ya hay gente que no va allí para ver monumentos, sino al teatro, por ejemplo. Por otra parte, no es tan importante que vengan más turistas como que se queden más días en Sevilla. De hecho, si logramos que los mismos turistas que vinieron en 2016 se queden tres noches, en lugar de dos, equivaldría a un aumento del 50% de las visitas. Ese es nuestro objetivo y para ello hace falta más programación cultural, ocio nocturno, abrir más espacios, promocionar mejor municipios como Carmona o el fly&drive para que la gente alquile coches y conozca algo más que el centro de Sevilla...

-Hay gestores culturales que reclaman una ventanilla única en Sevilla que ofrezca entradas para todos los espectáculos que ofrece la ciudad.

-Sí, pero yo casi veo más grave el que estemos haciendo grandes cosas que no se difunden con anticipación. Un sevillano puede decidir a última hora ir a un espectáculo, pero cuando vienes de fuera necesitas una reserva de hotel, un vuelo, un tren... Hay que anunciar con más tiempo de antelación la programación cultural. De hecho, estamos en el Año Murillo y no se habla de eso en París, Londres, Francia... donde los turistas tienen que planificar un viaje con tiempo suficiente.

-El turismo tira tanto de la economía en Sevilla que ha motivado el cambio de una Feria corta por una larga y el adelanto del lunes del pescaíto al sábado.

-Eso no se ha cambiado sólo por el turismo porque los ingresos son para todos, ya que no sólo se venden habitaciones, sino que se benefician los restaurantes, los taxis, las tiendas de souvenirs...

-Con la gorra de empresario, ¿a usted le ha gustado la experiencia?

-Desde el punto de vista empresarial ha sido un acierto porque la experiencia ha sido para nosotros muy productiva. Que haya 90 millones de euros más de actividad económica quiere decir que ha repercutido en toda Sevilla. Nosotros apoyamos que siga así aunque por encima de todo está el interés de la ciudad.

-Como residente en Sevilla, ¿volvería a repetir una Feria larga?

-A mí no me gustan las aglomeraciones y,al margen del primer fin de semana que coincidió con el puente de Madrid, se ha podido disfrutar con más tranquilidad de la Feria porque ha habido menos saturación. He ido casi todos los días a la Feria y he visto altibajos, pero no he visto ninguna día que se pudiera decir que la Feria estaba muerta.

-¿Debería celebrarse otro referéndum o debe decidirlo el Pleno si nos quedamos con la Feria larga?

-Es que no nos podemos acostumbrar a hacer un referéndum cada vez que hay que decidir algo. Para eso elegimos a los políticos. Toda la ciudadanía está representada en el Consistorio.

Desde 1986 hasta 2016, Manuel Cornax ha dirigido el hotel Lar de Sevilla
Desde 1986 hasta 2016, Manuel Cornax ha dirigido el hotel Lar de Sevilla - VANESSA GÓMEZ

-¿La caseta para los turistas en la Feria de Sevilla ha cumplido su objetivo?

-Sí, aunque se puede mejorar su diseño, el servicio de bar, que haya camareros con idiomas... También es verdad que se ha hecho con mucha premura. Esta caseta era algo que veníamos pidiendo hace 20 años para modificar la imagen de la Feria de Sevilla, de la que siempre se ha dicho que es elitista porque no se pueden entrar en las casetas particulares. Con esta iniciativa damos una imagen de ciudad abierta, que permite que se mezclen turistas y sevillanos. No se pretende que el turista se quede ocho horas en la caseta, sino que vivan una experiencia.

-Los turistas han visto las calles Costillares y del Infierno llena de chiringuitos de venta ilegal de alcohol. Eso no contribuye mucho a generar una buena imagen de Sevilla.

-Desde luego, no ofrece una buena imagen. Hay que cuidar la imagen de marca de Sevilla como destino y no sólo en Semana Santa y Feria. Si es una actividad ilegal, hay que erradicar esa venta.

-Se están abriendo nuevos hoteles en la ciudad ¿Sevilla puede absorber tanta oferta?

-Ahora se habla de zonas saturadas de hoteles, como sucede en Barcelona. Es verdad que no puede dar un crecimiento ilimitado porque puede haber un momento de menos demanda y volver otra vez a la historia de la post-Expo 92. Tenemos picos de ocupación, por lo que tenemos que desestacionalizar para que la ciudad no sólo se venda en primavera y en otoño.

-Claro, pero es difícil vender un destino turístico en agosto con 40 grados a la sombra.

-Hay muchas ciudades turísticas con calor sofocante. Lo que hay que transmitir es que en Sevilla se puede vivir muy bien en julio y agosto adaptándose a los horarios de los sevillanos, paseando temprano, comiendo bien, echándose una buena siesta y disfrutando de la noche en las terrazas de la ciudad.

-¿Isla Mágica tiene tirón turístico?

-No tiene mucho tirón turístico, está enfocado mucho hacia el sevillano.

-Sevilla tiene 3,7 visitantes por cada residente y Barcelona, donde ya ha habido problemas de convivencia, 4,4. ¿La presión turística es preocupante en Sevilla?

-Tenemos ciertas puntas de turistas y estamos en el momento de sentarnos para estudiar la presión turísticas las administraciones, hoteles, restaurantes... Por otra parte, Sevilla tiene unas 24.000 plazas hoteleras pero la visita mucha gente que no se aloja en la ciudad porque vienen desde la Costa del Sol, donde hay 250.000 plazas. Tenemos muchos visitantes que no duermen aquí y eso no se puede limitar. Por otra lado, tenemos monumentos con una capacidad limitada de visitas.

Los hoteleros de Sevilla, representados por Manuel Cornax, apoyan la ampliación de la Feria de Sevilla y rechazan la tasa turística si su fin no es la promoción turística
Los hoteleros de Sevilla, representados por Manuel Cornax, apoyan la ampliación de la Feria de Sevilla y rechazan la tasa turística si su fin no es la promoción turística - VANESSA GÓMEZ

-¿Cuál es el punto débil del turismo local?

-Yo volvería a retomar la promoción exterior.

-El alcalde de Sevilla, el socialista Juan Espadas, es partidario de imponer una tasa turística de un euro, lo que supondría al menos 2,5 millones de ingresos al Ayuntamiento que podrían usarse en promoción exterior. ¿Es buena idea?

-La tasa turística se convierte en un impuesto más, salvo que se regule muy bien y se use para promoción turística. El problema es que hay otras ciudades donde se recauda esa tasa turística y después se dedica a otros fines diferentes a la promoción turística. Lo que se debe hacer es promover la ciudad fuera con los impuestos que ya pagamos y le puedo asegurar que los hoteleros pagamos muchos impuestos. Además, hay que tener en cuenta que no todas las personas que se alojan en una ciudad son turistas, con lo que esa tasa estaría penalizando al que viene a trabajar, a un congreso... De hecho, esa tasa se ha aprobado en algunas ciudades y después se ha quitado.

-La Junta de Andalucía, presidida por la socialista Susana Díaz, no parece decidida a aprobar esa tasa turística.

-Es que éste no es un tema municipal, sino autonómico porque ese impuesto es potestad de la Junta de Andalucía. Habrá que ver primero que a qué se quiere dedicar esa tasa.

-El Centro se está vaciando de residentes por el auge de las viviendas turísticas. ¿Está haciendo ello mucho daño al sector hotelero?

-No tenemos nada en contra de las viviendas turísticas que actúan legalmente. Hay que distinguir entre apartamento turístico y vivienda turística. Los apartamentos turísticos, al igual que los hoteles, se rigen por la Ley de Turismo. Las viviendas turísticas se rigen por un decreto que es muy laxo, lo que hace que cualquiera con una cédula de habilitad de primera ocupación y una declaración responsable pueda tener un número de registro turístico. Sí luchamos contra las viviendas turísticas ilegales porque es especialmente problemático por seguridad y economía sumergida. De hecho, los hoteles tenemos que informar a la Policía de todas las personas que están alojadas en nuestros establecimientos. Si son viviendas turísticas ilegales, nadie sabe quién esta en ellas. Desde el punto de vista de la economía sumergida, no pagan impuestos. En Italia se ha hecho recaudadora del IVA a las compañías que venden esas plazas, como Airbnb, y así se aseguran que esas actividades paguen impuestos y que las personas que contraten estén dadas de alta en la Seguridad Social. Las viviendas turísticas también generan problemas con los vecinos cuando su número es muy grande es un edificio porque colisiona el interés de quien quiere descansar y quien viene a pasarlo bien.

-¿No estaremos ante una burbuja de viviendas turísticas?

-Totalmente. Es un problema que acabará provocando una directiva europea. Los ayuntamientos tendrían que estudiar la declaración de zonas saturadas de viviendas turísticas, como se ha hecho con los ruidos.

-Surgieron como champiñones los «hostels», que durante mucho tiempo actuaron en una situación de alegalidad, pero ahora se han equiparados a las pensiones y muchos han cerrado.

-Claro, es que cuando pones en igualdad de concurrencia a todos los competidores, ya la cosa no es tan fácil. Los hoteleros pasamos muchas inspecciones, pagamos muchos impuestos... y las sanciones son impresionantes. Nosotros no podemos poner camas supletorias. En las viviendas turísticas no sabemos lo que se pone.

-¿Sevilla ha apostado por un turismo de bajo poder adquisitivo?

-Nosotros venimos de una crisis muy fuerte con precios muy bajos. De hecho, según Hosteltur, el precio medio más alto en hoteles es Barcelona, San Sebastián... y Sevilla, la tercera ciudad de España en volumen de turistas, está en el noveno lugar. ¡Hasta Cádiz y Málaga venden más caras que Sevilla sus plazas hoteleras! Hay que subir la calidad y ello nos llevará a precios más altos. Estamos en un precio medio de 70 euros, cuando Barcelona está es más de 90 euros la noche.

-¿El gran hándicap del turismo de Sevilla es la falta de conexiones internacionales?

-Sí, ese es nuestro talón de aquiles, sobre todo a nivel de grandes congresos.

-Algunos edificios de Sevilla protegidos los están salvando los hoteles, pero la Junta está denunciando que se han cometido barrabasadas, como ha ocurrido en el Hotel Mercer.

-Si es ilegal y no ha sido respetuoso con el patrimonio, pues tendrá que corregirlo, pero hay que ser conscientes de que muchos edificios turísticos en muchas capitales monumentales se están salvando gracias a los hoteles.

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