González Ferrín: «Hay que conseguir que el buen musulmán denuncie al radicalizado»

El islamólogo sevillano cree Daesh está reivindicando atentados terroristas que no ha financiado ni preparado

Emilio González Ferrín en Irán ABC

M. J. PEREIRA

Emilio Gónzalez Ferrín (Ciudad Real, 1965) estudió Filología Semítica en Granada y terminó sus estudios en Egipto, Siria, Túnez y Marruecos. Hoy da clases de « Corán y Tradición Islámica» y «Pensamiento Islámico» en la Universidad de Sevilla, y como islamólogo de reconocido prestigio viaja a menudo a Irán, Turquía o Pakistán, donde participa en conferencia y seminarios.

-¿Qué reflexión realiza tras los atentados de Barcelona y Cambrils?

-Que tenemos un gran problema en Europa. Pero lo que hay que entender es que el hecho de que haya un chaval francés de tercera generación que se meta en internet y decida coger una furgoneta y atropellar a la gente no implica que alguien de Daesh o ISIS esté detrás. La realidad es que los tipos que se están montando en las furgonetas y atropellando a gente estaban perfectamente integrados en Europa. El efecto dominó no viene de Afganistán, Irán o Siria, sino de los que se está haciendo en las mismas calles europeas. Hay una enfermedad europea clara y esa enfermedad es la radicalización. Si hacemos que se piense que eso es el islam, cualquier musulmán cabreado tenderá a eso, igual que sucedía cuando se demonizaba a los vascos en el resto de España y se les situaba a todos en el entorno de ETA.

González Ferrín es profesor de «Corán y Tradición Islámica» en la Hispalense ABC

-¿Los países con mayoría musulmana wahhabista están financiado a los terroristas que atentan en Europa?

-Para alquilar una furgoneta y meterse por las Ramblas no se necesita financiación. Cualquier tonto puede tener una furgoneta o un cuchillo.

-¿Pero se habla de una célula yihadista?

-Una célula yihadista son cuatro musulmanes no integrados en España que han decidido organizarse, no significa que los haya mandado nadie desde el Golfo. Es verdad que hay en África, Siria o Irak financiación de muchos grupos terroristas por parte de grupos wahhabistas, pero yo no veo esa relación con el terrorismo europeo. Ese es el verdadero problema, que se mira al extranjero, cuando hay que mirar dentro.

-¿La Alianza de las Civilizaciones ha terminado siendo un fiasco?

-No, no lo creo. Decir eso es como decir que la moral o la ética es un fiasco. El problema es que el islam europeo ha decido que no quiere ser europeo y por eso nosotros tenemos un problema con el islam porque de un tiempo a esta parte hay musulmanes de Europa que han decidido que su identidad es la islámica por encima de la europea. Lo que tiene que hacer Europa es rechazar al islam que no quiere ser europeo.

-¿La comunidad musulmana ha condenado suficientemente los atentados?

-Lo hace pero no se publica en la Prensa. Yo no veo que los medios de comunicación se hagan eco de los cientos de declaraciones de todas las federaciones europeas y españolas musulmanas en contra de los atentados. Sacamos sólo una parte de la noticia. Hay un islam institucional en contra del terrorismo pero es más mediático decir que tenemos problemas con el islam, cuando en realidad es que tenemos problemas con un islam concreto. La lucha contra el terrorismo en España dio un giro copernicano cuando se produjo el asesinato de Miguel Ángel Blanco y Fernando Savater dijo aquello de «Vasco sí, ETA no». Eso hizo que el vasco bueno decidiera que no iba a apoyar a ETA. Yo sólo veo esa solución con el islam.

-¿Cómo se soluciona la radicalización de musulmanes en Europa?

-Hay que conseguir que el buen musulmán denuncie al que se está radicalizando. La mayoría de las investigaciones policiales sobre terrorismo islámico se produce gracias a confidentes musulmanes. Por tanto, no creo que el islam lo esté haciendo tan mal en España o Europa. La Policía tiene a sus infiltrados y sabe qué emir, qué imán, qué mezquita está siendo más radical. El verdadero problema en Europa es distinguir muy bien las mezquitas y los clérigos buenos de los malos. Incrementar la alerta terrorista no debería consistir tanto en aumentar los controles en aeropuertos como en detener a los clérigos radicales sobre los que hay sospechas. Lo que es sorprendente es que cada vez que hay un atentando nos enteremos de que alguno de los implicados ya estaba fichado. Pues si estaba fichado, ¿cómo es que no estaba más vigilado?

-Hay países que entienden que la solución es el cierre de fronteras.

-No, esto es una justificación para el cierre de fronteras. Esto es más un problema policial que político, aunque estemos politizándolo. Lo que hay que aclarar muy bien es que todo el que está en Europa está sometido a las constituciones, normas y leyes de sus países. Si nosotros estamos viendo gente que no los acepta, hay que detenerlos.

-¿Hay que temer posibles atentados en el Sur de España?

-Sí, pero no porque estemos cerca de África sino porque cualquier imbécil puede meterse en una furgoneta y atropellar a alguien. Después ISIS puede reivindicar cualquier burrada que pase en el mundo. Por tanto, no es una cuestión de religión, Corán, cercanía... Lo primero que tenemos que saber es que la reivindicación de un atentado no tiene que corresponderse con su preparación. Mientras sigamos jugando a reivindicaciones que no se corresponden con la realidad no estaremos entendiendo la cuestión.

-¿Entonces hay potenciales terroristas en cualquier comunidad musulmana de España?

-En cualquier ciudad o pueblo de España, por lo que hay que subir el nivel de alerta. Los medios de comunicación deberían ridiculizar la ideología del terrorista en lugar de engrandecerla. El efecto gasolina de todos los medios de comunicación es la peor terapia contra el terrorismo.

-¿Qué puede hacer que un musulmán de tercera o segunda generación en Europa se radicalice: la religión, la exclusión, la pobreza...?

-Ojalá fuera la pobreza porque hasta se podría entender. Esto es un «niñateo», por lo que hay que ofrecer una idea completamente del islam. En Europa cabe todo el mundo gente que comulgue con las ideas europeas.

-¿Las costumbres y hábitos de vida de musulmanes son compatibles con el estilo de vida occidental europeo?

-Absolutamente. La religión de la mayor parte de los agentes de Policía de Ceuta y Melilla es la musulmana y son más españoles que usted y que yo en su convicción de cuá es el modelo de vida que tienen que proyectar. El problema es que estamos ofreciendo la idea de que el islam es de una determinada manera. Cuando se produjo la matanza de Charlie Hebdo, rápidamente se dijo que un musulmán había matado a un policía, no se dijo que un terrorista mató a un policía musulmán. Otra cuestión es que la Prensa apenas se hace eco de las muertes en atentados terroristas en países islámicos.

-Hay países del Golfo Pérsico que financian a terroristas, pero también a equipos de fútbol de Europa.

-Es que estamos teniendo un doble discurso peligrosísimo en Europa. El otro día vivimos una final entre el Real Madrid y el Barça y cada uno está financiado por un país más radical que el otro. Si no queremos financiación del wahhabismo, pues no admitamos ninguna financiación del wahhabismo. Lo que no podemos decir sí a la financiación del Barca y no a la de la mezquita de Sevilla. Ahora hemos decidido que Qatar son los malos y los Emiratos Árabes los buenos. Pero como sigamos pensando que esto es un problema internacional no lo vamos a entender. Eso es tan sencillo como que cualquier persona puede atentar con una furgoneta o un cuchillo.

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