Una enferma de cáncer sevillana: «Ahora me tomo dos pastillas por la mañana, y punto»

Controlar la enfermedad, detenerla, mejorar la supervivencia y la calidad de vida. Esa es la misión de las terapias basadas en la personalización que se están investigando y aplicando ya en decenas de pacientes con éxito y que ha sido el tema central del congreso que se ha celebrado en Sevilla el jueves y ayer organizado por la Sociedad Andaluza de Oncología Médica (Saom). Con esos tratamientos orales, a veces, y otras no orales pero menos tóxicos que la quimioterapia convencional y, además, más eficaces «estamos controlando la enfermedad», dijo ayer a ABC el oncólogo del Virgen del Rocío y coordinador de la Unidad de Mama de este centro, Manuel Ruiz.

«El avance —explicó— está fundamentado en las características del tumor, en su genética, en su naturaleza profunda y en la expresión de determinadas dianas, o sea, moléculas que conocemos como dianas y para las que usamos una bala concreta.

Por eso se llama personalización con precisión».

Ese es el presente y el futuro será mejor, porque los ensayos clínicos siguen «hasta que lleguemos al final del camino que sería la cura del cáncer, es decir, que no existiera metástasis». Para la presidenta de la Saom, Reyes Bernabé, «el cáncer sigue imponiendo respeto, su nombre por sí solo nos asusta, y es lógico que así sea, pero hay que lanzar un mensaje positivo y de optimismo a los pacientes y a la sociedad, y subrayar que en este momento estamos ya empezando a ganar la batalla, que más de la mitad de los pacientes con tumores logra vencerlos, y que en determinados tipos de cánceres las tasas de supervivencia son muy altas».

Añadió que en Andalucía, como en España, el tipo de tumor más frecuente sumando ambos sexos es el colorrectal, seguido del de próstata y pulmón en el hombre, y el cáncer de mama en la mujer.

Sin embargo, el tumor más mortal es el de pulmón, seguido del colorrectal y, a más distancia, páncreas y mama. Se estima que en Andalucía se diagnostican unos 35.000 nuevos casos de cáncer cada año y que uno de cada dos hombres andaluces y una de cada tres mujeres desarrollarán un cáncer a lo largo de su vida.

Bernabé asevera que «estos pacientes no tienen que salir de Andalucía para recibir la atención oncológica más avanzada».

Es el caso de Concepción Partida Ortega, de 53 años. Era auxiliar de Enfermería del Virgen del Rocío y tuvo un tumor en la cabeza del que fue operada, con otro primario que estaba en el pulmón. Empezó con la quimioterapia y la radioterapia y «me ponía malísima», pero luego le hablaron de que había un tratamiento nuevo y empezó a tomárselo en pastillas. «Todo en el Virgen del Rocío porque no hay que salir de Andalucía para curarse del cáncer», asegura.

Su tratamiento es pues a base de pastillas. «Cuando analizaron mi tumor —explica— encontraron la mutación y por eso el tratamiento es personalizado, para mi problema. El medicamento lo que hace es estar a la defensiva para atacar a las células malas cuando salgan».

Con este tratamiento que financia la Seguridad Social ha estado tres años. Después, «la enfermedad quiso moverse un poquito, pero no pasa nada, hay otras pastillas y ahora estoy con ellas y estupendamente. Me tomo dos al día juntas por las mañanas, y punto».

También tiene muy buen aspecto a pesar de su edad, 69 años, y de lo que ha sufrido Carmen Pérez Rosado, de 69. Era funcionaria de Seguridad en el Trabajo y tiene cinco tumores en distintas zonas de la espalda y en la cadera.

Pero hace 13 años tuvo un cáncer de la mama izquierda y se la amputaron y, después, preventivamente, la derecha. Luego le reconstruyeron los pechos y a los tres años aparecieron los tumores de la espalda y la cadera.

No recibió quimioterapia sino tratamiento personalizado en pastillas. Se toma dos al día y sigue sus controles. «Ahora la enfermedad está detenida y mi vida es maravillosa con mis cinco nietos que, cuando no estoy celebrando el cumpleaños de uno estoy preparando ya el del otro», dice muy contenta.