Francisco Baena Bocanegra, Blanca Moeckel, Mercedes Benítez, Juan Carlos Alférez y Joaquín Moeckel ROCÍO RUZ

Ni diosa ni demonio, la juez Alaya es «única e inigualable»

Letrados del caso ERE debatieron ayer sobre la magistrada a raíz del libro de Mercedes Benítez

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Nadie duda de que la juez Alaya es un personaje complejo y fascinante que ha marcado a todo el que se ha cruzado con ella en el caso ERE. Para algunos se ha convertido en una auténtica diosa, capaz de enfrentarse a gigantes que parecían invencibles, y para otros, principalmente para los procesados en la causa, ha sido más bien un implacable demonio. Con esa disyuntiva como título de un libro que está dando mucho que hablar («Juez Alaya. ¿Diosa o demonio?») la periodista de ABC de Sevilla Mercedes Benítez reunió ayer a varios de los letrados implicados en el caso para hablar de esta singular magistrada que ha marcado un antes y un después en el ámbito judicial andaluz.

La cita fue en la Casa del Libro y en ella participaron los abogados Francisco Baena Bocanegra, Blanca Moeckel, Joaquín Moeckel y Juan Carlos Alférez, acompañados de la autora y del escritor Sergio González Contreras, que moderó el acto. Para responder a la pregunta que la periodista plantea en la portada de su libro Blanca Moeckel aseguró que «ni diosa ni demonio, sino única e inigualable. El caso cayó en manos de la mejor juez que podía llevarlo, porque enfrentarse al todopoderoso socialismo andaluz no es fácil», dijo.

La magistrada ha hecho, a juicio de Baena Bocanegra, que «el caso no se quede en Sevilla y vaya a pasar a los anales de la Justicia española. Ha llevado una instrucción judicial dura y correosa -añadió-, siempre de la mano de una absoluta sinceridad y yendo de frente a los temas». Aunque confesó que él también la ha «padecido», dijo preferir «jueces a los que se pueda mirar a los ojos y que tengan la cabeza bien amueblada, como la tiene ella».

Sobre si hacen falta más jueces estrella, Joaquín Moeckel respondió que se necesitan «jueces valientes, preparados y que traigan los deberes hechos. La juez Alaya nunca ha concedido una entrevista ni ha ido a los platós de televisión, son los medios los que la han convertido en una estrella». A este respecto, Juan Carlos Alférez coincidió en que ella «no ha buscado convertirse en una estrella. El trato corto que tenía con los abogados era exquisito aunque si te tenía que poner a caldo lo hacía sin problema».

Mercedes Benítez, que recordó cómo las tesis de la magistrada están «casi todas siendo avaladas», preguntó a los presentes por el desenlace del caso. Joaquín Moeckel vaticinó que «terminará como toda causa que se engrandece tanto: aplicándose atenuantes o eximentes», concluyó.

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