La Plaza de España cubierta de nieve en 1930
La Plaza de España cubierta de nieve en 1930 - ABC

¿Por qué es tan difícil que nieve en Sevilla?

A pesar de la ola de frío, en la capital hispalense sólo hay una pequeña posibilidad de que caigan unos copos esta madrugada

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La ola de frío que asuela España también ha llegado a Sevilla, pero aquí, además de las bajas temperaturas, será muy difícil que veamos la nieve que ha cubierto de blanco muchas otras localidades.

En la capital hispalense el frío se ha dejado sentir desde primeras horas de la mañana después del brusco descenso de las temperaturas producido en la pasada madrugada: de los 8,4 grados registrados en el aeropuerto a la 1.20 horas se ha pasado a 1,5 grados a las 8.00 horas, siete grados menos.

Conforme el sol iba calentando han ido subiendo las temperaturas y a mediodía rondarían los 10 grados, pero al oscurecer las temperaturas volverán a bajar y se espera que en torno a las nueve de la noche ronden los tres grados, un registro que se mantendrá durante toda la madrugada, aunque la sensación térmica, con rachas de viento que rondarán los cuarenta kilómetros por hora, se situará sobre los -1 y -2 grados bajo cero.

Para esa hora, explica el meteorólogo Juan Algar, podrían producirse algunas precipitaciones y es ahí donde hay una leve posibilidad, en torno a un 5%, de que algunos copos de nieve caigan sobre la ciudad esta madrugada, otra cosa es que fragüe, algo que es especialmente difícil en Sevilla. En la provincia, esta madrugada habría más posibilidades que nieve en la Sierra Sur.

Aunque hay registros de varias nevadas en Sevilla (la primera de la que se tiene constancia se produjo el 6 de enero de 1505 y según cuentan las crónicas la nieve cuajó hasta alcanzar un espesor de 20 centímetros), la última, obviados los pocos copos que cayeron sobre la ciudad el 10 de enero de 2010, tuvo lugar el 2 de febrero de 1954, cuando un blanco manto cubrió buena parte de la ciudad que registró entonces temperaturas de hasta -2,2 grados.

La razón de que ese fenómeno sea tan inusual en Sevilla está en una combinación de elementos, pero sobre todo, explica Juan Algar, en dos: su latitud y su altitud. La capital hispalense está muy al sur y sus temperaturas son suaves. Aunque en otros lugares aún más meridionales, como las montañas del Rif de Marruecos, nieva, eso se produce porque tienen mayor altitud y a más altura las temperaturas bajan; Sevilla, con sus escasos 11 metros sobre el nivel del mar, lo tiene difícil y por ello es más probable que nieve en el cercano Aljarafe (con municipios como Sanlúcar la Mayor a 148 metros sobre el nivel del mar) que en la capital.

Aún hay otro factor que influye en que las posibilidades de que haya una nevada en Sevilla sean muy escasas. Por la situación geográfica de la ciudad, aquí generalmente hace frío cuando hay un anticiclón y eso supone que no hay precipitaciones, imprescindibles para que haya nieve.

Por último hay que tener en cuenta el llamado «efecto isla térmica» que se da en gran parte de las ciudades: la concentración de edificios provoca que haya más calor en la capital hispalense que, por ejemplo, en el Aljarafe donde aún hay grandes áreas libres de edificaciones.

Con todo ello, aunque hiciera el frío necesario y precipitaciones para formarse la nieve, hay que tener en cuenta que para que ésta cuajase y cubriese de nuevo de blanco Sevilla el suelo no puede estar húmedo y las temperaturas deben mantenerse frías apra que los copos no se derritan. Quizás sean demasiado condicionantes para ver nieve en Sevilla, pero nada hay imposible.

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