«Después del accidente de moto fue como volver a nacer y aprender de nuevo a vivir»

La vida les cambió en un segundo para siempre, cuando perdieron el control de sus motos en una carretera. José Antonio Rueda Monroy estudia el master de Abogacía y se salió hace cuatro años de una curva en la vía que un Ronda con San Pedro de Alcántara. Perdió toda la movilidad de cintura para abaj y estuvo seis meses en el hospital de Bormujos de la Orden de San Juan de Dios recuperándose.

«Aquí aprendí de nuevo a vivir porque el accidente me cambió la vida por completo. Vivía con mis padres y tuvimos que mudarnos de casa porque era un segundo sin ascensor. No pude ni acceder de nuevo a mi dormitorio después del accidente». Ahora vive solo y es independiente.

«Tardo mucho más que antes en hacer las cosas pero cocino, friego los platos, lavo, recojo la ropa, me visto y hago todo lo que cualquier otra persona que vive sola». Tiene novia y va a las discotecas con sus amigos, cuando se tercia. «Allí hasta me invitan a copas», bromea.

Pablo Tovar, sevillano, 30 años, licenciado en Administración y Dirección de Empresas y estudiante de Psicología, tenía 21 cuando un domingo a bordo de su Honda 600 CBR chocó contra un coche camino de Almadén de la Plata. Allí se dejó rota una vértebra y la movilidad de las piernas para siempre, pero no la ilusión por el deporte. «He sido campeón de España de esquí alpino y compito también en esquí náutico y surf», comenta.

«Para mí fue volver a nacer y el apoyo familiar fue básico. Lo que más me costó fue volver a la Facultad. Me pusieron un mesa especial». Pablo tenía una «amiga» cuando tuvo el accidente pero decidió terminar con ella. Luego ha tenido varias novias, aunque ahora está sin pareja. «Para nosotros es más fácil ligar desde la silla porque las mujeres no son tan superficiales como nosotros», bromea.