SUCESOS

El conductor de Lipasam implicado en el atropello de Amate niega que fuera marcha atrás

Asegura que entró marcha adelante en la calle en el que se produjo el siniestro del 10 de abril en el que murió una mujer de 40 años

La calle Ayamonte cortada el día del siniestro EMERGENCIAS SEVILLA

ABC

C.R.B.G., el conductor de la sociedad municipal Limpieza Pública y Protección Ambiental ( Lipasam ) implicado en el atropello mortal de una mujer de 40 años el pasado día 10 de abril en la calle Ayamonte del distrito Cerro Amate de Sevilla capital, asegura que «en modo alguno» circuló marcha atrás , ya que entró en la citada calle marcha adelante y «en ningún metió la marcha atrás».

El conductor, que se encuentra de baja médica actualmente y recibiendo apoyo psicológico, está acusado como presunto autor de un delito de homicidio imprudente y declaró recientemente ante la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Sevilla, María de los Reyes de Flores Canales .

Así, el investigado, que lleva trabajando en Lipasam desde el año 2001 y desde un año más tarde como conductor, explicó a la instructora que no solía ejercer sus funciones en el servicio de recogida de basura urbana, llevando «una semana aproximadamente» en dicho servicio sin tener asignada una ruta concreta, sino más bien realizando labores de refuerzo y apoyo .

En este sentido, el conductor, según han informado a Europa Press , precisó a la juez en su declaración que la recogida de residuos en la calle Ayamonte , donde sucedió el trágico suceso, «no la había hecho más que un día antes» , habiendo recibido indicaciones de un compañero, que ha prestado declaración como testigo en la fase de instrucción.

Sobre el día de los hechos, C.R.B.G. narró a la juez que entró a trabajar a las 6.30 horas y le asignaron un camión automatizado y con cámaras para manejar los contenedores de tal modo que en el mismo va sólo el conductor. Estos camiones, una vez posicionados junto a los contenedores, con el sistema automático recoge los mismos y vuelcan la carga directamente en el camión.

Esa mañana le asignan reforzar una zona de parque Alcosa y hasta allí se dirigió haciendo unos 40 contenedores . Cuando terminó, su compañero le dijo que se fuera a la calle Chucena y girase la segunda calle a la derecha para recoger los contenedores, y «así lo hizo». Al llegar a la esquina, vio a su compañero bajado del camión, a pie del mismo, haciéndole señas con la mano para que siguiese adelante hacía la calle Ayamonte .

Al entrar en la calle, según continúa su declaración, vio los primeros contenedores y tras situarse en los mismos, «empezó a levantar el primero pero oyó los gritos de su compañero para que siguiera adelante , ya que esos contenedores los había hecho él».

Entonces, hizo la maniobra para soltar el contenedor en el suelo e inició la marcha hacía delante como le indicó su compañero para ir a los contenedores de enfrente. Allí, según le había dicho su compañero, podía parar el camión y bajar a desayunar .

Entonces, el trabajador investigado explicó a la instructora que al iniciar la marcha hacía adelante es «cuando notó algo en las ruedas traseras , pensando en ese momento que era una bolsa de basura caída». «Pero sobre la marcha pensó que no porque la bolso hubiese estallado con el peso, por lo que sin más, paré el camión», ha añadido.

En estado de «shock»

El conductor, según su declaración, se bajó para ver qué es lo que había atropellado, « quedándose en shock cuando vio el cuerpo de una persona en la rueda trasera del camión».

En este punto, el declarante, según las citadas fuentes, «ha insistido en que de modo alguno había circulado marcha atrás con su camión, ya que entró en la calle marcha adelante y en ningún momento metió la marcha atrás».

Los camiones de Lipasam, como el que aquella mañana usó el acusado, llevan unos discos que reflejan el posicionamiento a modo de GPS, si bien, según el propio conductor, «no es posible que el de ese camión usado por él refleje un recorrido marcha atrás previo de 28 metros ni tampoco un pequeño recorrido marcha adelante tras el atropello».

En este sentido, cree que puede haber «algún error» en el GPS y se mostró «totalmente seguro» de que «no iba marcha atrás» . Cuando se le informa de que los vestigios recogidos indican que la señora fue atropella marcha atrás, el acusado manifestó a la juez que «llega a pensar que la hubiese atropellado el otro camión primero y él no la ve y le vuelve a pasar por encima».

El conductor, como así le reconoció a la juez, sabe que para circular marcha atrás tiene que «extremar» las precauciones pero insistió en que «por más que se le indique que los indicios muestran que circuló marcha atrás, no lo hizo y no está dispuesto a hacerlo».

El chófer acusado, que «sólo ha tenido un proceso de baja laboral anterior por una lesión en el hombro», «no entiende porque se insiste en lo de la marcha atrás y que si un testigo vio dar marcha atrás un camión pudo ser el de su compañero porque el suyo no lo hizo en ningún momento».

Dudas

En la fase de instrucción han testificado ya, entre otros, el jefe de tráfico de la recogida de residuos urbanos de Lipasam, que controla las rutas. Ante la juez, ha señalado que los datos de posicionamiento que maneja la Policía Local son los que los sistemas GPS, que tienen un margen de error, facilitan, pero « no ve claro que del mismo pueda desprenderse un recorrido de 28 metros marcha atrás que afirman los agentes».

Además, no le ve sentido porque el camión involucrado en el accidente no alcanza como punto hacia adelante el lugar donde se encuentran los otros contenedores , «por lo que no respondería nunca a una posible explicación lógica de haber recogido primero esos contenedores y después dirigirse marcha atrás a los del lugar del siniestro».

El jefe de Servicio de Sistema de Lipasam corroboró el margen de error «considerable» del sistema GPS , afirmando que, una vez analizados los datos del camión, «no son concluyentes para poder indicar de modo fehaciente que el camión circulase marcha atrás antes del atropello».

Marcha atrás, a diario

Salvo uno de los testigos que en el momento de los hechos se encontraban en la calle Ayamonte o trabajando en comercios de la vía, la mayoría ha señalado ante la juez qu e no vieron dar al vehículo marcha atrás ni escucharon las señales acústicas del camión para esta maniobra.

En este caso, el trabajador de una Farmacia situada en la calle Ayamonte declaró que, mientras hablaba con el conductor de un coche que se paró en la vía para hacerle una pregunta, vio a « un camión de Lipasam dando marcha atrás , para posteriormente ver que el conductor se bajaba del mismo y se iba a la parte trasera del mismo y echarse las manos a la cabeza ».

«Venía circulando marcha atrás desde que empecé a verlo», añadió este testigo en su declaración, en la que comentó que los conductores de Lipasam «dan marcha atrás a diario por la calle Ayamonte» .

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