Condenan a pagar a la constructora de las Setas de la Encarnación por la caída de la puerta del Antiquarium
Una sentencia da por válidos los informes que aseguran que faltaban tornillos de sujeción
Dos mujeres tuvieron que ser intervenidas quirúrgicamente por rotura de costillas, vértebras y clavículas
El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 6 de Sevilla ha condenado a Sacyr , la empresa que construyó las Setas de la Encarnación, a abonar una indemnización de 1.536 euros a una de las mujeres heridas leves al caerse una puerta del Antiquarium , ubicado en los bajos de Metropol Parasol. Otras dos mujeres que resultaron heridas graves por rotura de costillas y vértebras en el mismo siniestro reclaman a Sacyr, el Ayuntamiento y el Instituto de la Cultura y las Artes de Sevilla (ICAS) 74.000 euros por los perjuicios.
Los hechos se remontan al 30 de enero de 2015. Aquel día, Josefa C. O., Carmen A. B., Reyes R. R y Fernando T. L. conversaban en la cripta arqueológica del Antiquarium de Metropol Parasol cuando una puerta de 400 kilogramos de peso y 2,50 metros de altura se desplomó sobre ellas al descolgarse de sus dos bisagras. Como consecuencia del impacto, Fernanda T. L. y Reyes R. R. (fallecida posteriormente por otras circunstancias) resultaron heridas leves, mientras que Carmen A. B. y Josefa C. O. se llevaron la peor parte, debiendo ser intervenidas quirúrgicamente.
Las cuatro mujeres, asistidas por el letrado Daniel Niño Herrera , pidieron al Ayuntamiento y al Instituto Municipal de Cultura y las Artes una indemnización por responsabildad patrimonial al entender que había una relación de causalidad entre los daños producidos y el anormal funcionamiento del servicio municipal. Tras nueve meses de silencio administrativo, Fernanda T. L. inició un procedimiento abreviado ante el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 6 de Sevilla, que absolvió al ICAS y a la Gerencia Municipal de Urbanismo, mientras que condenó a la empresa Sacyr a pagarle 1.536 euros más los intereses legales.
Las otras dos mujeres que sufrieron heridas graves han iniciado un procedimiento ordinario ante la vía Contencioso-Administrativa. Carmen A. B. tuvo que ser operada en la espada con tornillos y barras tras la fractura de una vértebra , por lo que reclama ahora 37.381 euros. Josefa C. O. sufrió rotura de cinco costillas, ocho vértebras y la clavícula, por lo que exige una indemnización de 33.662 euros.
El Ayuntamiento entendió que la culpa era de Sacyr por defectos en el anclaje de la puerta, mientra que los técnicos de la constructora indicaban que no causa pudo deberse a la falta de engrase y mantenimiento de la misma. Finalmente, el juzgado entiende que la responsabilidad de los hechos es imputable a la empresa Sacyr, considerando que la caída de la puerta se debió a un defecto de ejecución imputable a la constructora y no a la falta de mantenimiento de la misma.
Falta de tornillos
Un informe del jefe de servicios de la Oficina Técnica de Edificios Municipales expone que «no es achacable la rotura de la pieza a ninguna labor de mantenimiento omitida durante el período que media desde la inauguración hasta la caída de la puerta» y añade que «se considera que se ha producido una rotura frágil en el punto más débil del anclaje... la concentración de tensiones en esta zona habría originado una rotura por fatiga en el extremo más alejado del perno de la pletina, y una vez suelta la sujeción de la puerta, el propio acompañamiento de la puerta descolgada, provocaría la rotura del otro extremo de la pletina, hasta quedar sujeta exclusivamente por la chapa».
Asimismo, ese informe se completa con otro posterior en el que se dice que «se considera problema grave de ejecución la falta de tornillos en la fijación del herraje del soporte». «En todas las puertas comprobadas se ha podido constatar la falta de tornillos en la fijación al soporte, en algún caso -dice- incluso faltando el taladro que debería alojar el tornillo».
Los técnicos plantean que incluso aunque el Libro del Edificio no incluyera el mantenimiento de la puerta, las principales causas para la rotura de la pieza serían más bien achacables a un defecto de ejecución»
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