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VÍDEO: J. M. SERRANO

Comunidad de terciarias franciscanas del Pozo Santo

Comenzaron atendiendo a indígenas que llegaban del Nuevo Mundo y habían sido vejadas, a mujeres enfermas o prostitutas

SEVILLA Actualizado: Guardar
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La Madre Sacramento y la Hermana Raquel fueron las encargadas de recoger este jueves el premio 'En Portada' a la Comunidad de terciarias franciscanas del Pozo Santo, «Un premio a la labor callada que nos da ABC, que siempre ha estado a nuestro lado».

Ambas recordaron el momento en el que el periódico entra en su casa todos los días por debajo de la puerta y los abuelos «van racheando para ver quien lo coge primero».

«El Pozo Santo, como dijo Carlos Amigo Vallejo es de Sevilla y para Sevilla y las puertas están abiertas para que vengan los sevillanos y nos ayuden»

Acaban de cumplirse 350 años desde que las madres María de Jesús Carrillo y Beatriz Jerónima de la Concepción fundaran el convento conocido como del Pozo Santo, donde durante este tiempo ellas y sus sucesoras han dado cobijo a las mujeres más vulnerables.

Comenzaron atendiendo a indígenas que llegaban del Nuevo Mundo y habían sido vejadas, a mujeres enfermas o prostitutas. Fueron las primeras en defender a la mujer. La comunidad ha seguido los pasos de sus fundadoras y en la actualidad son siete las hermanas que habitan en este espacio cargado de historia y patrimonio que comparten con casi 60 personas mayores (desde hace 15 años también hombres), muchas de ellas víctimas del Alzheimer.

El convento, dicen la madre sor Sacramento y la hermana Sor Raquel, no es una residencia ni un hospital, es la casa en la que todos conviven como hermanos.

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