¿Qué ciudades españolas tienen más veladores por habitante que Sevilla?

La masificación de veladores en Sevilla tiene muchos matices. Oficialmente hay a fecha de hoy 12.192 mesas repartidas por toda la ciudad, lo que implica una tasa de un velador para cada 56 habitantes. Esta proporción es muy parecida a la de Málaga, donde hay censados unos 10.500 veladores, uno para cada 54 personas. Pero dista mucho de los números que se dan en otras grandes capitales del país. El caso más extremo es Valencia, donde hay una mesa para cada 23 personas y un total de casi 33.000 veladores. También es llamativo el dato de Zaragoza, con 2.500 terrazas autorizadas y un velador para cada 26 habitantes. Le sigue Barcelona, que con 47.000 mesas en la vía pública da servicio en cada una de ellas a 34 personas.

Y muy lejos quedan otras ciudades como Madrid, que pese a ser la capital de España cuenta con una mesa para cada 84 personas.

Sin embargo, estas cifras no son concluyentes, ya que la cuestión clave no está sólo en la tasa, sino en cómo se distribuyen esas mesas por la ciudad. En Valencia o Barcelona, por ejemplo, la mayoría se concentra en los paseos marítimos, donde hay menor perjuicio para los vecinos y más espacio para caminar sin estorbo. En Sevilla, en cambio, los veladores se hacinan en lugares muy concretos que han conquistado los lugares de paso. Desde hace años se viene denunciando el caso extremo de la calle Mateos Gago, donde resulta cada vez más difícil avanzar por la acera ante la acumulación de mesas de los restaurantes que se suceden a ambos lados de la calle, abierta a la circulación de vehículos. Esta polémica ha abierto el debate, en varias ocasiones, de la posible peatonalización de este lugar, habitualmente muy frecuentado por turistas. Pero la saturación también se da en calles que ya son exclusivamente peatonales, como General Polavieja, el único punto de la ciudad donde, por cierto, se cumplió la normativa pasajera de Alfredo Sánchez Monteseirín de unificar el diseño de sillas y mesas. Y también levanta muchas críticas la Avenida de la Constitución, donde entre el tranvía, el carril bici y los veladores apenas queda un pasillo de un metro para pasear sin riesgos.

El Ayuntamiento ha decidido, por eso, realizar un mapa que le permita valorar el grado de concentración en estas calles conflictivas, donde pretende arbitrar los intereses económicos y turísticos a sabiendas de que el velador, en Sevilla, no siempre es sinónimo de exceso.