Vista del patio almohade, en la Casa de Contratación
Vista del patio almohade, en la Casa de Contratación - J. M. SERRANO

Ciudadanos cuestiona la seguridad del Alcázar con la reforma del acceso por el Patio del León

Propone una segunda entrada por la Casa de la Contratación que permitiría la visita pública al patio almohade, hoy sin visita libre

SEVILLA Actualizado: Guardar
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El proyecto de remodelación del acceso al Real Alcázar, prevista por el Ayuntamiento, y sin fecha concreta de inicio, que transformará el Patio del León en una plaza pública que servirá, además, de espacio para «esconder» la cola de visitantes del monumento, convertirá esta entrada en una «ratonera» colapsada de personas, ya que la Puerta del León es principal vía de evacuación del Alcázar, que sólo tiene otras dos salidas fundamentales, la Puerta de la Alcoba para los jardines y la del Patio de Banderas.

Según afirma Ciudadanos, con la reforma, «se accederá sin control de scanner o arcos prácticamente hasta el Patio de la Montería». El portavoz del grupo municipal, Javier Millán, aseguró a ABC de Sevilla que tiene «serias dudas de seguridad, ya que el Patio del León pasaría a ser de acceso libre, sin ningún tipo de control de aforo previsto a día de hoy, lo que puede provocar un verdadero colapso en caso de desalojo por emergencias, pudiéndose crear un peligroso cuello de botella en la Puerta del León, única vía de evacuación».

Como ya desveló ABC el pasado junio, el proyecto, firmado por el arquitecto Francisco Reina, fue aprobado si contar con un necesario plan de seguridad.

Millán afirma que «el proyecto de reforma actual no está aprobado por el Cecop ni por los autores del plan de autoprotección del Real Alcázar». Con la premisa del espectacular aumento de visitantes al monumento, que, con 1,6 millones de visitas batió récord el pasado año, y un aforo limitado a 750 personas desde el último plan de emergencias, de 1993, y las tremendas colas que se forman en la Plaza del Triunfo, poco solucionará la concentración en el Patio del León, donde, según el proyecto, habrá que demoler un par de edificios, que aunque son centenarios son escaso valor, obras que mantendrán el espacio sin uso y que tienen un plazo de ocho meses,durante los que tampoco se ha previsto el acceso de visitantes. A ello hay que añadir la más que posible pérdida de árboles del Patio, como los dos Chorisia speciosa o palo borracho, traídos en 1928 para la exposición Iberoamericana del 29, o las palmeras, ya tratadas contra la plaga del picudo rojo, que prevén levantar y replantar tras las obras.

Estas cuestiones son vital importancia en el citado proyecto municipal, en su etapa básica, que presenta, otras grandes lagunas que abundan en la carencia de seguridad, entre ellas cómo impedir el paso de personas que sólo visiten libremente el Patio del León de éste al de la Montería entre los tres arcos que los separan, un tema no solucionado y para el que habría que buscar elementos fácilmente desmontables en caso de que se produjera una situación o emergencia que requiriera la evacuación.

Para Millán, el proyecto constituye «una obra de un coste muy elevado, con derribos sin marcha atrás y que no soluciona los problemas existentes, sino que crea otros nuevos». Con todos estos contras en la mano, el grupo municipal llevará al pleno del viernes una moción con la que consideran la alternativa viable: crear un segundo acceso al Alcázar desde la Casa de Contratación para los visitantes con reserva y los grupos, que también disminuiría las colas en la Puerta del León», una solución «mucho más coherente, que evitaría una obra tan aparatosa y que además sería de menor coste», a juicio de Millán.

Uso compartido

Esta opción es que la Junta, mediante un convenio con el Ayuntamiento, permita el uso compartido del acceso por la Casa de la Contratación al Alcázar. Además de duplicar el aforo, disminuir las colas, ser otra vía de desalojo y con ello dar una solución más económica a los problemas, daría visibilidad a un espacio hasta ahora oculto para Sevilla: el patio almohade, uno de los más importantes de la etapa islámica de España, que formó parte del Real Alcázar hasta el siglo XX y que hoy se inserta en la Delegación del Gobierno de la Junta en el edificio que de Casa de la Contratación sólo conserva el nombre, pues el primigenio fue demolido a principios del siglo pasado.

Millán resalta que éste «probablemente sea el patio almohade más grande de Europa, con restos de origen Taifa», que definen como «una verdadera joya oculta al público, que no se puede visitar y a la que solo tienen acceso los funcionarios de la Delegación del Gobierno de la Junta de Andalucía», algo que consideran «lamentable», por ello, invitan al gobierno y al resto de formaciones del Ayuntamiento «a poner una solución que no se demore en el tiempo, llevando a cabo la propuesta que llevamos al pleno».

Recuperar el patio es una reivindicación histórica del Real Alcázar. Fue excavado y reconstruido por Rafael Manzano en los sententa, cuando el arquitecto era conservador del monumento. Hoy puede apreciarse cómo en los arcos ciegos del periodo taifa bajo la cota del almohade, crece la verdina y cómo va destruyendo irreparablemente pinturas de aquel tiempo.

La moción de Ciudadanos, cuyo punto primero aboga por constituir una comisión que analice la viabilidad de la apertura de este segundo acceso, va más allá y aboga por emprender acciones que desemboquen en la cesión de la Casa de la Contratación al Ayuntamiento.

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