Abel Caballero, en el centro, en la clausura de las jornadas
Abel Caballero, en el centro, en la clausura de las jornadas
I JORNADA DE SERVICIOS URBANOS

Caballero pide mayores competencias municipales para gestionar los servicios

«La nueva política no es Venezuela, sino la revolución municipalista», dice el presidente de la FEMP

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Con la contundencia y claridad que dan la veteranía política y un reiterado y apabullante respaldo de las urnas, el alcalde de Vigo y presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), el socialista Abel Caballero, clausuró ayer en la Casa de ABC de Sevilla la I Jornada de Servicios Urbanos organizada por este periódico y la constructora Sando reivindicando con firmeza el papel de los ayuntamientos frente a otras administraciones públicas. Tanto es así que en su exposición sobre la gestión de los servicios públicos, el que fuera ministro en los años 80 en el Gobierno de Felipe González animó a «una revolución municipalista» para reforzar la posición de las ciudades, «que son el núcleo principal de actividad de nuestra sociedad y, sin embargo, seguimos manteniendo estructuras organizativas que no les conceden competencias suficientes para temas que deben y pueden gestionar mucho mejor que cualquier otra administración».

En este sentido, Caballero destacó que «la verdadera nueva política es la que hacemos los ayuntamientos, no la nueva ola populista ni lo que se hace en Venezuela, no. Es lo que hacemos nosotros en Vigo, que no es más que gestionar lo público con eficiencia y sin ideologías. El que gobierne con ideología en su ayuntamiento, comete un error y en cuatro años estará fuera. ¿O es ideología tener limpias las calles o que funcionen los servicios? ¿Eso es de derechas o de izquierdas? Pues esa es la nueva política, la del contacto con el ciudadano, que es al alcalde al que pregunta. Y para que podamos responder, reclamo más competencias de las que se tienen actualmente».

El responsable de la FEMP expuso en el salón de actos de ABC que «el modelo actual ha quedado obsoleto, pues deja muchas más competencias para las comunidades autónomas que a las ciudades a pesar de que los ayuntamientos son los que conocen la realidad y el terreno. Los alcaldes podemos tener o no un peso político, pero lo que no tenemos es la competencia para afrontar ciertos temas que deberían ser propios. Para eso el vecino viene a preguntarnos a nosotros».

De esta forma, Caballero se preguntó «¿por qué no hay en el Senado diez alcaldes en representación de los ayuntamientos igual que hay representantes de las comunidades autónomas? Porque conocer el país y tener una visión de estado con propuestas razonables, los alcaldes las tienen». De hecho, el regidor vigués pretende promover desde la FEMP esa y otras iniciativas encaminadas a aumentar las competencias municipales y a que «la voz de los alcaldes se oiga. Y se va a oír, porque ese es el futuro de la política, lo que hacemos en las ciudades a pesar de que en los últimos años se haya demonizado. Estamos ante el mundo al revés, porque es justo lo contrario de lo que se ha dicho. No sólo no acumulamos deuda sino que somos las únicas administraciones que cumplimos con las exigencias económicas».

Sin complejos

El alcalde de Vigo recalcó que la gestión de los ayuntamientos «tiene que estar descargada de ideologías» puesto que «los ciudadanos deben estar muy por encima de los intereses del partido que gobierne». En este sentido, dijo no tener «complejo alguno» en su trabajo al frente del gabinete de su ciudad. «Yo no tengo ningún problema -subrayó- en tener los servicios concedidos a empresas privadas».

Más moderado en sus planteamientos fue el alcalde de Sevilla. El también socialista Juan Espadas inauguró la jornada y recalcó la importancia de una «gestión eficaz» de los servicios públicos. «El mantenimiento y la inversión en vía pública son el mejor termómetro para conocer la opinión de la gente, la satisfacción de los ciudadanos y el apoyo que le dan a un ayuntamiento. La gente tiene una percepción directa de cómo están las calles y es lo primero que echan en cara a un alcalde si algo no va bien».

El consejero delegado de Sando, Luis Sánchez Manzano, remarcó, por su parte, la importancia de una adecuada inversión en conservación de los espacios públicos. Y lo hizo con ejemplos numéricos bastante ilustrativos. «Por cada euro que una administración pública deja de invertir en mantenimiento, a los tres años se convierte en un gasto de 5 euros; y si pasan diez años, ya hablamos de 25 euros -explicó-. Por ello, es crucial que no se dejen de destinar fondos públicos a este ámbito».

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