Un inmigrante en su puesto de trabajo
Un inmigrante en su puesto de trabajo - ROBER SOLSONA

Una brigada antirumores andaluza lucha contra los bulos que circulan sobre inmigrantes

Sesenta entidades se adhieren a una iniciativa que nació hace tres años y que ha celebrado su última asamblea en Sevilla

SEVILLA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La información vuela en estos tiempos de explosión de redes sociales, corriendo el riesgo de desvirtuarse y perder fiabilidad hasta transformarse en un producto tóxico informativamente. Los ejemplos sobran. El más reciente: el rumor que se propagó por internet y que vinculaba el incendio de Doñana con una recalificación de los terrenos para uso urbanístico. Los ecologistas salieron a desmentirlo, explicando que la especial protección del paraje hace imposible la operación.

Hay colectivos más vulnerables a ser la diana de los rumores y entre ellos están los inmigrantes. Más de sesenta entidades, entre las que hay ONGs, sindicatos, empresas privadas y hasta un ayuntamiento se han adherido a una suerte de brigada antirumores, que tiene como objetivo frenar las informaciones que satanizan el fenómeno de la inmigración y «pueden incitar a una conflictividad social peligrosa», señalaba ayer Ángel Madero, coordinador de la Red Antirumores poco antes de que arrancara la asamblea de esta iniciativa andaluza en el antiguo Pabellón de Puerto Rico, en la Isla de la Cartuja.

Esta herramienta nació hace tres años auspiciada por la Dirección General de Políticas Migratorias de la Consejería de Justicia. En este tiempo se han ido sumando entidades que van agrandando una red de vigilancia y acción que «persigue desmontar bulos, que en nada ayudan a la convivencia sino todo lo contrario». Uno de los últimos socios en incorporarse a este proyecto ha sido el ayuntamiento de Motril, donde existe una importante población inmigrante.

El trabajo de la red lo despliegan a través de acciones formativas, campañas o proyectos pilotos como el que se está desarrollando en dos centros educativos de Huelva y Sevilla que persigue dotar a los más jóvenes, y también los más permeables a la información que circula por redes sociales, a que distingan lo que es una información de un bulo malicioso.

32.000 seguidores

Un campo fundamental para esta iniciativa son precisamente las redes sociales por su alta capacidad de difusión, tanto en sentido negativo como positivo. Según datos de la Consejería de Justicia, la red supera los 32.000 seguidores en su perfil de Facebook, lo que la convierte en la segunda de toda España en esta categoría. A través de su página, se desmontan falsas leyendas urbanas y mitos sobre la inmigración como que la delincuencia organizada sólo tiene nacionalidad extranjera o que a las mujeres inmigrantes sólo les mueve el interés cuando contraen matrimonio con un español.

«Esas informaciones distorsionan la realidad y en muchos casos persiguen inocular el miedo al que viene de fuera, al extranjero a quien se responsabiliza de todos los problemas de un país», dice Madero.

Aunque en estos momentos la red trabaja en exclusiva en el ámbito de la inmigración aspira a ampliar sus competencias «a otros sectores de la sociedad» susceptibles de ser carne de mentiras.

Blindarse

Otro de los ámbitos de actuación es dotar de herramientas a empresas, organizaciones, centros educativos e instituciones que quieran blindarse de informaciones falsas. Así, algunos de las pautas que ofrecen en las estrategias antirumor están: establecer mecanismos para detectar una información falsa, recabar datos sobre ello y actuar lo más rápidamente posible. Cuanto más tiempo perdura un rumor en el tiempo, más fuerte se hace. Estas son algunas de las instrucciones que se recoge en un manual de una red que está abierta a nuevas incorporaciones.

Ver los comentarios