SEVILLA

Alex Romero, director musical del Circo del Sol: «En España se puede vivir de la música, pero más estresado»

El sevillano Ale Romero, director musical de «Tótem» en el Circo del Sol, trabajó antes con India Martínez, Manuel Carrasco y David de María

El sevillano Alex Romero, director musical del espectáculo Tótem del Circo del Sol VANESSA GÓMEZ
María Jesús Pereira

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Aunque Alejandro Romero (Sevilla, 1980) tiene sólo 37 años cuenta con una dilatada experiencia como músico, primero como director musical y pianista de artistas como India Martínez, Manuel Carrasco o David de María, y desde hace siete años como teclista, arreglista o director musical en el Circo del Sol, que estará en Sevilla hasta este 11 de marzo con su espectáculo «Tótem». Aunque su sueño infantil y juvenil era ser futbolista, los genes se impusieron. Ale heredó el talento musical de su padre, Lorenzo Romero, batería del grupo Nuevos Tiempos, germen del rock andaluz y de la que formó parte Jesús de la Rosa, el cantante de Triana. Absolutamente autodidacta como músico, Ale Romero -como se le conoce profesionalmente- no acabó la carrera de Magisterio Musical debido a las giras por medio mundo, aunque no descartar acabarla por la UNED. Ahora acaba de recibir de la Junta una Bandera de Andalucía por su trayectoria musical. Él es el único español de la banda del Circo del Sol, con la que trabaja desde hace siete años, conviviendo con 26 nacionalidades.

¿Cuál fue su primer contacto con la música?

Yo he vivido la música desde pequeño. Mi padre, Lorenzo Romero era batería. Él vivió de la música, primero trabajando en cruceros y orquestas, y después como productor musical en Canal Sur Radio. Sin embargo, él nunca me presionó para que fuera músico. Yo tenía buen oído y él me regaló un teclado Casio pequeño cuando yo tenía siete años. En el Conservatorio de Música entré con 12 ó 13 años pero no daban piano desde el principio y me aburrí con la teoría porque yo era muy nervioso. Al año y pico dejé el Conservatorio sin haber dado una sola clase de piano.

¿Cómo llegó entonces al mundo de la música?

Entré en la Universidad para estudiar Magisterio Musical y cuando tenía unos 20 años mi padre me buscó un concierto con el grupo «Rumbas sin fronteras» para tocar con ellos en la Feria. Como yo no había estudiado música, me compré un libro de acordes y estuve más de un mes practicando los acordes de su repertorio. Cuando toqué en el escenario, acompañando a los cantantes, con las luces y  el público en directo, pensé: ¡Esto es lo que yo quiero hacer! Así empecé a trabajar y a ir de giras con distintos cantantes. Trabajando era difícil estudiar, así que al final dejé la carrera pero tengo que decir que no me siento contento de no haberla finalizado los estudios universitarios y tengo la intención de acabarlos a través de la UNED.

¿Entonces es absolutamente autodidacta como pianista, arreglista y acordeonista?

Sí. Después he conocido y admirado a muchos amigos músicos que me han enseñado muchas cosas. También cursé estudios un año en B Barcelona en el L'Aula de Música Moderna y Jazz de Barcelona, donde amplié conocimientos de armonía moderna con el pianista Iñaki Sandoval y profundicé en el manejo de programas informático como Pro Tools, Ableton Live y Logic. Me da pena no haber estudiado en el Conservatorio de Música porque hubiera tenido una formación clásica y hubiera sido más fácil aprender la técnica. Con 17 años, cuando empecé a tocar mejor el piano, intenté entrar en el Conservatorio de Música pero no me dejaron porque dijeron que era mayor para aprender piano. Al final sólo me ofrecieron una plaza de viola o violín, por lo que me fui después de un año estudiando solfeo. Me hubiera gustado que el sistema educativo me hubiera permitido aprender piano con esa edad.

Hubiera podido formarse con clases particulares, como hizo el sevillano Pérez Floristán, que sin tener el grado superior de Piano ganó el premio Paloma O'shea.

Sí, pero eso era muy caro y, aparte de eso, YouTube es hoy día una fuente de aprendizaje. También he aprendido mucho con amigos a los que admiro, como Jesús Lavilla, un pianista de San Fernando y uno de mis  ídolos. Fue verle actuar en un concierto cuando yo tenía 19 años y pedirle a mi padre que bajara ese teclado del ropero que abandoné con 13 años porque quería empezar de nuevo a tocarlo.

Ser autodidacta no le ha impedido trabajar con artistas como India Martínez, Manuel Carrasco o David de María.

A los 20 años conoció a Rafael Garcés, paianista y saxofonista cubano, director musical de Omara Portuondo, y entré a formarte parte de su grupo Aborigen Cuban Quartet. A partir de ahí he trabajado como pianista, arreglista y productor con India Martínez; David de María, Manuel Carrasco, Estrella Morente, Pastora Soler, Pasión Vega... Además, he colaborado en programas de televisión española acompañando en directo a Nuria Fergó, Shaila Dúrcal, Malú... En el flamenco he tocado el piano de cola con  Argentina, Farruquito, David Palomar...

Ser director musical de «Tótem» le impide seguir trabajando para algunos de esos artistas.

No, voy grabando discos desde la ciudad donde esté. De hecho, hace poco grave un tema para lo último de David de María.

¿Con quién le gustaría trabajar en el futuro?

Con Alejandro Sanz, sin dudarlo.

Elena Mendoza, compositora musical, o Alfonso Casado, director en varios musicales en Londres, Juan Pérez Floristán están tocando en Berlín, y otros están en orquestas en todo el mundo. ¿Hace falta irse de España para poder vivir de esto?

Yo vivía de la música en España pero es cierto que vivía más estresado teniendo menos responsabilidad que ahora. Para vivir de esto tenía que estar con diez cosas diferentes, estaba todo el día montado en coches, aviones... El verano, que es cuando más trabajaba, era muy duro. Ahora mi trabajo dura todo el año y considero que tengo un trabajo normal dentro de que estoy en un circo (risas). Aun así, echo de menos porque estar aquí era tocar con mis amigos y diferentes artistas.

¿Qué retos se ha propuesto a medio y largo plazo?

Me gustaría participar en el nacimiento de un nuevo espectáculo del Circo del Sol y trabajar con sus compositores. Espero que todo llegue.

¿Sueña con componer?

Bueno, el espectáculo es un constante cambio. De hecho, ahora estamos trabajando en un nuevo número para añadirlo al show y eso es prácticamente creación.

Los músicos de los conservatorios tienen dedicación exclusiva. ¿Perjudica a los alumnos no tener profesores que sean músicos en activo?

Los profesores de los conservatorios deberían ser músicos en activo. Un músico aprende mucho en el escenario y si no eres tan bueno, aprendes el doble. El guitarrista americano Pat Metheny siempre dice que lo mejor de una banda es ser el peor porque es cuando aprendes más.

¿La música está suficientemente valorada en los currículos académicos de Primaria y Secundaria?

Es una pena que la asignatura de Música se considere una «maría» y haya quien se la tome a broma. Seguramente hemos perdido a grandes músicos porque no han estado aprovechado en la infancia. De 40 alumnos que hay en una clase es posible que en el futuro les interese la música a tres y como oyente, a la mayoría. Hay muchas formas de enseñar la música para que sea atractiva. De hecho, hay colegios que hacen musicales, reparten diferentes instrumentos y no sólo la flauta

Cuando va a espectáculos musicales, ¿qué tipo de música le gusta escuchar?

Me siento identificado con el jazz porque es una música donde la improvisación es parte de ella, es un lenguaje. Me encanta Fred Hersch y Taylor Eigsti.

Le gusta la música de Semana Santa. ¿Podría darse el caso de que la incorporara en algún espectáculo del Circo del Sol o es una música demasiado triste?

No es que sea triste pero creo que la gente no asociaría una acrobacia con una corneta pero se han visto cosas más osadas, como lo que hizo el rockero el Pájaro, que añadió en su banda una corneta y me pareció genial. A mí me gustan las fusiones.

Siendo músico y tan capillita como es, ¿le gustaría escribir una marcha para la Semana Santa?

Un amigo de la banda de cornetas de las Cigarreras me ha tentado para escribir música para la Semana Santa y mi hermano me pidió una marcha de palio. Yo le tengo mucho respeto a la Semana Santa y si tuviera tiempo lo intentaba, pero para hacerle algo mal prefiero no hacerlo.

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