PREVENCIÓN

La mamografía resulta útil para prevenir las metástasis de un tipo de cáncer de mama

Un estudio resuelve la controversia sobre la idoneidad del cribado rutinario del cáncer de mama ductal in situ

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El cribado del cáncer de mama, esto es, el uso de la mamografía, resulta útil para permitir el tratamiento precoz del tumor y, en consecuencia, evitar que el cáncer progrese y se extienda a otros órganos y tejidos. Es decir, para evitar que alcance su fase invasiva –la consabida ‘fase metastásica’–. Así sucede, por lo menos, con el cribado del cáncer ductal in situ (CDIS), tipo de cáncer de mama temprano en el que las células tumorales se alojan en los conductos de la leche –o ‘conductos galactóforos– sin extenderse a otros tejidos de la mama.

La evidencia deriva de los resultados de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Queen Mary University de Londres (Reino Unido) y publicado en la revista « The Lancet Oncology

». Y como afirma Stephen Duffy, director de la investigación, «la población puede estar completamente segura de que la detección del DCIS en los programas de cribado de la mama es beneficiosa para los pacientes».

Controversia resuelta

El uso rutinario de mamografías puede conllevar a un diagnóstico del DCIS en personas que, aun padeciendo la enfermedad, no tienen ni desarrollarán ningún síntoma asociado a la misma. Además, el tumor no causará la muerte de la persona, que una vez diagnosticada de la enfermedad será tratada como paciente y será sometida a tratamientos que solo servirán para empeorar su estado de salud. Una situación conocida en el argot clínico como ‘sobrediagnóstico’ y que ha generado muchas dudas sobre la idoneidad del cribado y tratamiento del DCIS.

Pero como refiere el profesor Duffy, «siempre ha existido la controversia sobre si el DCIS llega en algún caso a convertirse en un cáncer invasivo. Este es el primer estudio sobre el cribado del DCIS que sugiere que una proporción substancial de casos se convertirán, de no ser tratados, en tumores invasivos. Por tanto, su detección y tratamiento temprano merece la pena».

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron los datos de un total de 5.243.658 mujeres con edades comprendidas entre los 50 y los 64 años que habían sido monitorizadas en un período de cuatro años en 84 unidades de cribado de Reino Unido.

Los resultados mostraron que, en hasta un 90% de las unidades de cribado, de cada tres casos detectados de DCIS, uno acababa progresando a cáncer invasivo en un período de tres años.

En este contexto, sin embargo, debe tenerse en cuenta que, como indican los autores, «este estudio está basado en los datos de las unidades de cribado, por lo que no puede ofrecer una información definitiva sobre la progresión potencial de los casos individuales de DCIS».

Prevenir la metástasis

Sea como fuere, el estudio mostró una tasa de detección de DCIS de 1,6 casos por cada 1.000 mujeres analizadas, así como una tasa de progresión de cáncer invasivo en los 36 meses posteriores a la última mamografía de 2,9 casos por cada 1.000 mujeres analizadas.

En definitiva, la detección y tratamiento del DCIS merece la pena a la hora de prevenir su progresión a cáncer invasivo. Pero como incide una vez más el profesor Duffy, «no podemos afirmar con seguridad qué pasará con cada paciente de DCIS que no haya sido tratada».

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