Las tijeras moleculares cortan el ADN
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CÁNCER

Alianza contra el cáncer: «corta y pega genético» e inmunoterapia

Una «combinación» de fuerzas, como es el caso del «CRISPR-Cas9», parecen conseguir que la inmunoterapia sea ‘más exitosa

MADRID Actualizado: Guardar
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La tecnología de edición del genoma CRISPR-Cas9, conocido como el 'corta y pega genético' puede convertirse en un gran aliado para descubrir nuevas dianas que pueden mejorar la eficacia de la inmunoterapia contra el cáncer. Lo acaba de ver un equipo del Centro de Investigación Dana Farber y del Hospital Infantil de Boston (EE.UU.), que ha empleado dicha técnica para perfeccionar el tratamiento de moda en el cáncer: la inmunoterapia.

Los investigadores, cuyo trabajo publica la revista « Nature», han utilizado esta técnica para analizar la función de miles de genes tumorales en ratones en busca de nuevas dianas terapéuticas y han visto que se podría mejorar el potencial de los inhibidores PD-1, un tipo de inmunoterapia que ha demostrado ser eficaz en un variedad de cánceres.

En concreto, han visto que el bloqueo del gen Ptpn2 en las células tumorales aumenta su susceptibilidad a la inmunoterapia, que actúa ‘liberando los frenos’ que tienen las células del sistema inmune para poder localizar y atacar al tumor.

«Los inhibidores PD-1 han transformado el tratamiento de muchos tumores», comenta Nicholas Haining, principal autor de este nuevo trabajo, que admite que «pese a su éxito, la mayoría de los pacientes no obtienen un beneficio clínico».

Los nuevos resultados muestran que una ‘combinación’ de fuerzas, como es el caso del ‘corta-pega’, parecen conseguir que la inmunoterapia sea ‘más exitosa’.

Nicholas Haining
Nicholas Haining

Los investigadores, en su estudio, diseñaron un sistema de detección genética para identificar los genes que las células tumorales usan para evadir el ataque inmunitario. Y para ello recurrieron al CRISPR-Cas9, una tecnología que funciona como si fueran unas tijeras moleculares para cortar el ADN en lugares precisos del código genético; así eliminaron 2.368 genes expresados por las células de melanoma.

Genes 'evasores'

Gracias a ello fueron capaces de identificar a posteriori qué genes, cuando se eliminan, hacen que las células tumorales sean más susceptibles al bloqueo PD-1. Utilizando este enfoque confirmaron el papel de dos genes ya conocidos como ‘evasores’ inmunes, PD-L1 y el CD47, inhibidores de fármacos que ya están en ensayos clínicos. Y luego descubrieron una variedad de nuevas dianas que, si se inhiben, podrían mejorar la inmunoterapia con PD-1, entre los que se encontraba el Ptpn2.

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