Imagen de los núcleos caudales de un paciente con Huntington
Imagen de los núcleos caudales de un paciente con Huntington - ARCHIVO
ENFERMEDAD DE HUNTINGTON

El riesgo de Huntington en los portadores de la mutación es mucho menor del que se creía

El riesgo de desarrollo de los síntomas en las personas que, cumplidos los 65, tienen 38 repeticiones de la secuencia ‘CAG’ es de un 2% y no del 19% hasta ahora estimado

MADRID Actualizado: Guardar
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La enfermedad de Huntington, también conocida como ‘Corea de Huntington’, es un trastorno neurológico, degenerativo y hereditario principalmente caracterizado por los movimientos involuntarios incontrolados y el desarrollo de trastornos psíquicos y demencia. Una enfermedad que conlleva una menor esperanza de vida para los afectados y que, aún a día de hoy, carece de tratamiento curativo. Concretamente, se estima que en nuestro país conviven en torno a 4.000 personas diagnosticadas de la enfermedad. Y es que la Corea de Huntington se engloba dentro de las denominadas ‘enfermedades raras’ –es decir, cuya prevalencia es inferior a 1 caso por cada 2.000 habitantes–. Unos pacientes a los que se aúnan los más de 15.000 portadores de la mutación que desencadena su aparición.

Pero como concluye un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de la Columbia Británica en Vancouver (Canadá), la población en riesgo de desarrollar la enfermedad es mucho menor lo que se venía creyendo.

Como explica Michael R. Hayden, director de esta investigación publicada en la revista « Neurology», «no está claro por qué algunas personas con una penetrancia reducida de los genes del Huntington desarrollan los síntomas de la enfermedad ya en la mediana edad, mientras que otros llegan a la vejez sin presentar ningún síntoma. Puede que haya factores genéticos y ambientales adicionales que modifiquen la probabilidad de que una persona desarrolle la enfermedad».

Cuestión de repeticiones

La enfermedad de Huntington es consecuencia de la presencia una mutación en el gen que expresa una proteína denominada ‘huntingtina’. ¿Y en qué consiste esta mutación? Pues, simplemente, en una larga secuencia con tres nucleótidos repetidos –CAG: citosina, adenosina y guanina– en el gen de la huntingtina. Así, se estima que las personas que tienen 26 o menos repeticiones de la secuencia en el gen no desarrollarán la enfermedad, así como que aquellas con 40 o más repeticiones –la denominada ‘penetrancia completa’– se encuentran abocadas a padecerla. Lógicamente, la probabilidad de que una persona herede la mutación de uno de sus padres es de un 50%.

Y en este contexto, ¿qué sucede con la población que tiene una ‘penetrancia reducida’, es decir, entre 27 y 39 repeticiones de la secuencia? Pues según los científicos, se encuentran en una ‘zona gris’, por lo que pueden o no acabar desarrollando la enfermedad.

No está claro por qué algunas personas con una penetrancia reducida desarrollan los síntomas de la enfermedad y otras no
Michael Hayden

En el estudio, los autores analizaron la presencia de mutaciones en 7.315 personas de Canadá, Estados Unidos y Escocia (Reino Unido). Y de acuerdo con los resultados, 18 de los participantes tenían 36 o más repeticiones de la secuencia ‘CAG’. Un hallazgo sorprendente dado que supone que la prevalencia de este número de repeticiones es de 1 caso por cada 400 habitantes, hasta 10 veces más de lo que hasta ahora se creía. Asimismo, la cifra de participantes con 40 o más repeticiones de la secuencia fue de únicamente 3 y, por tanto, totalmente acorde con la prevalencia de la enfermedad.

Más transmisores que pacientes

Entonces, y dado que la cifra de personas con 36-39 repeticiones es mucho mayor de lo que se creía, ¿puede esperarse que la población en riesgo de desarrollar la enfermedad sea asimismo superior? Pues la verdad es que no, dado que el número de portadores de 36-39 mutaciones que presentó algún síntoma fue nimio. De hecho, los autores estiman que el riesgo de padecer la enfermedad al cumplir los 65 años en personas con 37 repeticiones es de solo un 0,2%, y no de un 10% como se venía creyendo.

De la misma manera, la probabilidad de desarrollar la enfermedad una vez alcanzados los 65 años en las personas con 38 repeticiones se establece en únicamente un 2%, y no en un 19% como se había estimado previamente.

En definitiva, la población con una penetrancia reducida presenta un riesgo muy bajo de desarrollar la enfermedad. Pero como alerta Michael Hayden, «esta población podría jugar un papel más importante en la transmisión de la penetrancia completa a la siguiente generación de lo que hasta ahora pensábamos».

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