CÁNCER COLORRECTAL

Los probióticos pueden ser muy útiles para prevenir y tratar el cáncer colorrectal

La administración de una bacteria que promueve la formación de histamina reduce la formación y tamaño de tumores colorrectales en modelos animales

Flora intestinal ARCHIVO

A. OTERO

El cáncer colorrectal es, con cerca de 33.000 nuevos diagnósticos anuales, el tumor más frecuente entre la población de nuestro país combinando ambos sexos. Un tipo de cáncer que provoca cada año el deceso de más de 15.000 españoles –es el segundo tumor más letal tras el de pulmón– y que, en muchas ocasiones, es consecuencia de una alimentación inadecuada. O lo que es lo mismo, de una flora intestinal ‘inadecuada’. Y es que a través de la dieta favorecemos que nuestro microbioma intestinal contenga especies bacterianas que promuevan –o, por el contrario, prevengan– el cáncer colorrectal. De hecho, un nuevo estudio dirigido por investigadores del Hospital Infantil de Texas en Houston (EE.UU.), la alteración de la composición de esta flora con la administración de probióticos –esto es, de alimentos que contienen microorganismos vivos con actividad intestinal– puede resultar muy útil para prevenir o tratar el cáncer colorrectal, muy especialmente en las personas que, caso de las afectadas por una enfermedad inflamatoria intestinal, presentan un alto riesgo de padecer este tipo de tumor.

Como explica James Versalovic, director de esta investigación publicada en la revista « The American Journal of Pathology », «nos entramos en el momento propicio para aprovechar los avances en el estudio de microbioma con objeto de facilitar el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades humanas. Con la simple introducción de bacterias que proporcionen las sustancias vitales ausentes podemos reducir el riesgo de cáncer y complementar las estrategias de prevención del cáncer basadas en la dieta ».

Inflamación intestinal

En el estudio, los autores utilizaron un modelo animal –ratones– deficiente en histidina descarboxilasa –HDC, enzima totalmente necesaria para convertir la histidina en histamina– y al que indujeron el desarrollo de un cáncer de colon. Y lo que hicieron fue administrar por vía oral a los animales el probiótico ‘Lactobacillus reuteri 6475’ –una bacteria con el gen de la HDC y, por tanto, capaz de ‘transformar’ la histidina en histamina– o placebo, tras lo cual volvieron a darles los compuestos químicos –uno carcinogénico denominado ‘azoximetano’, y otro proinflamatorio llamado ‘sulfato de dextrano sódico’ (DSS)– para promover la formación del tumor.

Transcurridas 15 semanas desde la administración del probiótico –y del placebo–, los animales fueron sacrificados. El análisis de los tejidos ‘ratoniles’ mostró que el probiótico había aumentado la expresión de la HDC y de los niveles de histamina en el colon. En consecuencia, y según revelaron las pruebas de imagen –tomografía por emisión de positrones (PET)–, los ratones tratados con placebo mostraban un mayor número de áreas de recaptación de la glucosa y de tumores, y más grandes, en el colon que los que recibieron el probiótico.

Las células de las bacterias y de los mamíferos pueden compartir metabolitos que podrían promover la salud humana y prevenir las enfermedades

James Versalovic

Es más; los resultados mostraron que el probiótico suprimió la expresión génica de citoquinas proinflamatorias –entre otras, el factor de necrosis tumoral (TNF) y la interleucina 22 (IL-22)– y disminuyó los niveles de citoquinas en plasma. El resultado es que el probiótico redujo la inflamación inducida por los compuestos químicos carcinogénico y proinflamatorio . Y asimismo, contrarrestó todo posible aumento de células mieloides inmaduras –esto es, las células responsables de producir los glóbulos rojos, las plaquetas y la mayoría de glóbulos blancos– inducido por el carcinógeno.

Como refiere James Versalovic, «nuestras observaciones son consistentes con los hallazgos de que el probiótico ‘L reuteri’ productor de histamina puede atenuar, cuando menos parcialmente, la carcinogénesis inducida en el colon por la administración de azoximetano y DDS. Y para ello, parece que promueve la maduración de las células mieloides circulantes y la reducción de las citoquinas proinflamatorias».

Prevenir o tratar

Aún a día de hoy no se ha podido establecer cuál es el papel que juega la histamina en el cáncer en humanos. Sin embargo, el análisis de las muestras de cáncer colorrectal tomadas a 2.113 pacientes mostró una mayor tasa de supervivencia en aquellos con una elevada expresión génica de la enzima HDC y del receptor de la histamina. Como refieren los autores, «esto indica que los probióticos que generan histamina, siempre y cuando haya un aporte suficiente en la dieta de proteína histidina, pueden mejorar el pronóstico de los pacientes con cáncer colorrectal asociado o no a la enfermedad inflamatoria intestinal».

Como concluye James Versalovic, «nuestros resultados sugieren un papel muy importante de la histamina en la supresión de la inflamación intestinal crónica y en la carcinogénesis colorrectal. Unos hallazgos que también muestran que las células tanto de las bacterias como de los mamíferos pueden compartir compuestos químicos o ‘metabolitos’ que pueden promover la salud humana y prevenir las enfermedades».

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