Glioblastoma en el cerebro de un paciente
Glioblastoma en el cerebro de un paciente - ARCHIVO
GLIOBLASTOMA

Primer tratamiento eficaz para las personas mayores con el tumor cerebral más común

La combinación del fármaco ‘temozolomida’ y de radioterapia duplica la supervivencia en cerca de la mitad de los pacientes mayores de 65 años con glioblastoma

MADRID Actualizado: Guardar
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El glioblastoma multiforme es uno de los tumores más prevalentes y mortales del cerebro. De hecho, se trata de un tipo de cáncer que, resistente a la quimioterapia y a la radioterapia, resulta muy difícil de extirpar quirúrgicamente, por lo que la supervivencia media de los pacientes que lo desarrollan no supera, aun a día de hoy, los 15 meses. Y es que contrariamente a como ha sucedido con la gran mayoría de tipos de cáncer, los avances logrados en los últimos años en el tratamiento del glioblastoma han sido prácticamente nulos. Además, la situación resulta, si cabe, aún más dramática en el caso de las personas mayores, para las que no hay ningún tipo de terapia establecida y la esperanza de vida es aún menor.

Sin embargo, investigadores del Centro Oncológico Princesa Margarita en Toronto (Canadá) podrían haber dado el paso definitivo para, por fin, revertir esta situación.

Como explica Normand Lapierre, director de esta investigación publicada en la revista « The New England Journal of Medicine», «a día de hoy no contamos con un tratamiento claramente establecido para el glioblastoma en las personas mayores. Para los pacientes menores de 65 años, el protocolo establecido es la administración durante seis semanas de la combinación de radioterapia más un fármaco quimioterápico, pero este régimen terapéutico es muy mal tolerado por los pacientes más mayores».

¿Primer tratamiento estándar?

Si bien el glioblastoma puede desarrollarse a cualquier edad, incluida la infancia, su pico de incidencia tiene lugar entre los 45 y los 70 años. Además, la edad promedio de presentación del tumor se establece en los 65 años, y dado el progresivo envejecimiento poblacional al que se encuentran sometidos muchos países, más de la mitad de los pacientes a los que se les diagnostica este tipo de este cáncer cerebral ya han superado esta edad. Sin embargo, y una vez alcanzados los 65, no hay ningún tratamiento seguro y eficaz.

Con objeto de paliar esta situación, los autores han llevado a cabo un ensayo clínico en fase III para comparar el efecto de la administración del fármaco ‘temozolomida’ seguida de un corto periodo de radioterapia frente al del tratamiento exclusivo con radioterapia en personas mayores. Y para ello, han contado con la participación de 562 pacientes con edades comprendidas entre los 65 y los 90 años, de los que hasta dos terceras partes ya superaban los 70.

Podemos anticipar que esta estrategia terapéutica se establecerá ampliamente en todo el mundo para los pacientes con 65 o más años
Normand Lapierre

Los resultados mostraron que, comparada frente al tratamiento exclusivo con radioterapia, la combinación de temozolomida y radioterapia se asoció con un incremento de dos meses en la supervivencia media de los pacientes. Es más; cerca de un 45% de los participantes vieron prácticamente duplicada su supervivencia –de siete meses a 13,5 meses–. Un beneficio que, como apuntan los autores, «se asoció a un marcador molecular que indica si el mecanismo de reparación del ADN frente al fármaco se encuentra activo. Así, y cuando este mecanismo se encuentra en la posición ‘off’, los tumores responden mejor al tratamiento».

Como destaca Normand Lapierre, «todos los pacientes se beneficiaron en algún grado de la combinación, y nuestro trabajo confirmó la naturaleza predictiva del marcador molecular en la mayor muestra de participantes hasta la fecha. Podemos anticipar que esta combinación se establecerá como una estrategia terapéutica ampliamente aceptada en todo el mundo para los pacientes con 65 o más años dado que marca una diferencia muy significativa en el curso de esta terrible enfermedad».

Fácil de tomar

Si bien es cierto que ya se habían realizado estudios para evaluar por separado la eficacia de la radioterapia y de la temozolomida en el tratamiento del glioblastoma en personas mayores, el presente trabajo ha sido el primero en analizar el potencial de esta nueva combinación terapéutica. Pero dado que todo tratamiento conlleva algún efecto secundario y en este caso no se emplea únicamente uno, sino dos, ¿puede asegurarse que la nueva combinación, además de eficaz, es segura? Pues sí.

Como concluye Normand Lapierre, «la temozolomida es un fármaco quimioterápico oral, es decir, que se toma en forma de pastilla, que resulta extremadamente bien tolerado. De hecho, los resultados no mostraron diferencias en la calidad de vida entre las dos ramas del estudio. Por tanto, el fármaco presenta tal nivel de tolerancia que no hay ningún inconveniente en administrarlo a todos los pacientes con glioblastoma. Y afortunadamente, y atendiendo al carácter tan terrible de esta enfermedad, al menos contamos con un tratamiento que resulta fácil de tomar».

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