La Navidad es una época típica de excesos alimentarios
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ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

Las Navidades, ¿tiempo de mayor mortalidad cardiovascular?

Entre el 24 de diciembre y el 7 de enero se registra un pico de decesos por causa cardiovascular, no pudiendo explicarse el fenómeno por la llegada del frío invernal

MADRID Actualizado: Guardar
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En la noche de mañana, sábado 24 de diciembre, familias de todo el mundo se reunirán en torno a la mesa para celebrar la Nochebuena. Un acto que dará el pistoletazo de salida, si bien oficiosa y familiarmente –pero, desde luego, no comercialmente–, a las Navidades, una época de festejos para disfrutar con los seres queridos. Pero, cuidado. Las Fiestas Navideñas, esto es, el período comprendido entre el 24 de diciembre y el 7 de enero, son también una época en la que se registra un aumento de las muertes cardiovasculares en todo el planeta. Y como muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Melbourne (Australia), este aumento de los decesos por enfermedades cardiovasculares, contrariamente a como se podría suponer, no tiene nada que ver con la llegada del invierno.

Como explica Josh Knight, director de esta investigación publicada en la revista « Journal of the American Heart Association», «la existencia de un pico de muertes por causas naturales durante el día de Navidad y el Día de Año Nuevo ya se había establecido previamente en Estados Unidos. Sin embargo, las fiestas navideñas –del 25 de diciembre al 7 de enero– en Estados Unidos coinciden con la época más fría del año, cuando las tasas de mortalidad ya son estacionalmente elevadas debido a la gripe y a las bajas temperaturas».

No es por el frío

Las enfermedades cardiovasculares, responsables cada año del deceso de más de 17,5 millones de personas, se corresponden con la primera causa de mortalidad global. Y la tasa de fallecimientos por causa cardiovascular, tal y como ocurre con el resto de patologías, es superior en el invierno dada la mayor dureza de las condiciones climatológicas. Entonces, la bajada de temperaturas típica de las fiestas navideñas, ¿puede explicar el posible aumento de decesos en estas fechas? Pues no. Y es que el nuevo estudio neozelandés, país que se encuentra en el hemisferio Sur y en el que, por tanto, las Navidades coinciden con el inicio del verano, constata que se trata de un fenómeno global.

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron las causas y momento de los fallecimientos ocurridos en Nueva Zelanda entre los años 1988 y 2013, periodo en el que se registraron un total de 738.409 decesos –197.109 de los mismos por causa coronaria.

La existencia de un pico de muertes por causas naturales durante las Navidades ya se había establecido previamente en Estados Unidos
Josh Knight

Los resultados mostraron un aumento de un 4,2% de las muertes asociadas a las enfermedades del corazón ocurridas fuera del hospital durante las fiestas navideñas. De hecho, la edad promedio de los pacientes en el momento del fallecimiento, de 77,1 años durante el resto del año, se estableció en 76,2 años en el periodo del 25 de diciembre al 7 de enero.

Pero, si no se trata de un fenómeno invernal, ¿cómo se explica este aumento del número de decesos? Pues los autores barajan varias hipótesis, caso del mayor estrés emocional típico de estas fechas, de los cambios en la dieta y en los patrones de consumo de alcohol, o de la reducción de personal en los centros hospitalarios. Sin embargo, no dejan de ser meras conjeturas, por lo que como indican los investigadores, «deben realizarse más estudios para explicar el por qué para este pico de mortalidad».

Decesos ‘programados’

Sea como fuere, y en espera de evidencias científicas que muestren la razón para este fenómeno, los autores se decantan principalmente por dos posibles motivos. El primero, que los pacientes con una enfermedad cardiovascular se muestran remisos a acudir al médico durante las fiestas, quizás porque se encuentren en un entorno ajeno.

Como refiere Josh Knight, «las vacaciones navideñas constituyen un periodo en el que se realizan muchos viajes en nuestro país, con mucha población alejada de sus principales centros médicos. Una situación que contribuye a un retraso en la búsqueda de tratamiento, ya sea por la falta de familiaridad con los centros médicos más próximos o por el aislamiento geográfico que dificulta una atención médica apropiada en caso de una urgencia».

Por su parte, la segunda razón se explicaría porque algunos pacientes en fase terminal retrasan su muerte hasta la llegada de unas fechas que consideran importantes.

Como concluye el director de la investigación, «la capacidad de los individuos para modificar el día de su muerte en función de unas fechas significativas ha sido tanto confirmada como refutada por distintos estudios. Sin embargo, debe considerarse como una posible razón para este efecto vacacional».

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