Carcinoma de próstata avanzado
Carcinoma de próstata avanzado - WIKIMEDIA
CÁNCER DE PRÓSTATA

Los casos de cáncer de próstata metastásico al diagnóstico crecen un 72% en una década

Una vez el tumor se ha extendido a otros órganos, ya no existe cura y los tratamientos únicamente pueden ralentizar la progresión de la enfermedad

MADRID Actualizado: Guardar
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El cáncer de próstata se corresponde con el tipo de tumor más prevalente en la población masculina. De hecho, solo en nuestro país se diagnostican cada año más de 29.000 nuevos casos de este tumor, por lo que su prevalencia es superior a la que presentan conjuntamente los cánceres de pulmón y colorrectal, y se estima que hasta un 67% de los españoles lo acabarán padeciendo en algún momento de su vida. Un aspecto a tener muy en cuenta dado que, quizás y contrariamente a como se venía pensando, el cáncer de próstata no es un tumor de lento crecimiento y con un bajo riesgo para la salud. No en vano, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern en Chicago (EE.UU.) alerta que el número de casos de cáncer de próstata metastásico –esto es, en el que el tumor ya se ha expandido a otros órganos– se ha incrementado en hasta un 72% en solo una década.

Como explica Edward Schaeffer, director de esta investigación publicada en la revista « Prostate Cancer and Prostatic Diseases», «una hipótesis para esta situación es que, con independencia de los cambios llevados a cabo en su cribado, la enfermedad sea más agresiva. Pero también puede ser dado que las recomendaciones para su cribado son más laxas, cuando se establece el diagnóstico el tumor se encuentre en una fase más avanzada. Probablemente, ambas hipótesis sean ciertas. No lo sabemos con seguridad, por lo que se presenta como el objetivo principal de nuestro trabajo actual».

¿Tumores más agresivos?

Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los historiales médicos de 767.550 varones diagnosticados de cáncer de próstata entre los años 2004 y 2013 en 1.089 centros hospitalarios de Estados Unidos. ¿Y por qué precisamente entre los años 2004 y 2013? Pues porque en esta década se redujo notablemente la cifra de varones en los que se realizó el cribado de este tipo de tumor, lo que supuso que el número total de diagnósticos disminuyera ostensiblemente.

Los resultados mostraron que la cifra de diagnósticos de cáncer de próstata metastásico creció un 72% a lo largo de este período –de 1.685 casos en 2004 a 2.890 en 2013–. Un aumento que resultó, si cabe, más significativo –de hasta un 92%– en el caso de los pacientes los pacientes con edades comprendidas entre los 55 y los 69 años –de 702 casos en 2004 hasta los 1.345 en 2013–. Un aspecto que, en opinión de los autores, «supone un problema en particular, dado que los varones de este grupo de edad son los que supuestamente más se benefician del cribado del cáncer de próstata y del tratamiento precoz».

En la fase metastásica solo contamos con tratamientos para frenar la progresión. Ya no es un tumor curable
Edward Schaeffer

Es más; el nivel promedio de antígeno prostático específico –o ‘PSA’, esto es, la proteína producida por las células de la glándula prostática y cuyos niveles se encuentran elevados en caso de cáncer de próstata– en los varones diagnosticados del tumor se estableció en 49 en 2013 y, por tanto, prácticamente duplicó el observado en 2004 –25–. Un dato que indica la mayor extensión de la enfermedad en el momento del diagnóstico.

Como indica Edward Schaeffer, «el hecho de que los varones en 2013 con enfermedad metastásica presenten un PSA mucho mayor que sus homónimos en 2004 sugiere que hay un incremento de una forma de la enfermedad más agresiva. Si yo fuera un paciente, querría tener una actitud más vigilante. Creo firmemente que el cribado del PSA y los tactos rectales salvan vidas».

Diferencia capital

Y este incremento de la incidencia de cáncer de próstata metastásico en el momento del diagnóstico, ¿fue uniforme a lo largo de todo el período de estudio? Pues no; se incrementó a partir del año 2008, antes de que la publicación de las nuevas recomendaciones sobre el cribado del tumor, mucho más laxas. Tal es así que, según afirman los investigadores, «no se puede relacionar este incremento únicamente con la reducción de los programas de cribado».

Sea como fuere, hay que recordar que existen tratamientos curativos muy eficaces en los casos en los que el tumor, aun ya en una forma agresiva, es diagnosticado antes de que se extienda a otros órganos. Por el contrario, si el cáncer se detecta cuando ya se ha producido la metástasis, no existe ninguna cura y los tratamientos tan solo pueden tratar de ralentizar la progresión de la enfermedad. De ahí la importancia, vital, de redefinir los actuales criterios de cribado para que el diagnóstico se lleve a cabo de una forma más precoz.

Como concluye Edward Schaeffer, «si se mantiene la tendencia de diagnosticar a más pacientes cuando la enfermedad ya se ha extendido a otros órganos, entonces se producirá un aumento significativo de la tasa de mortalidad asociada al cáncer de próstata. Y es que en la fase metastásica solo contamos con tratamientos para frenar la progresión. Ya no es un tumor curable».

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