El plan, por suerte, no se llevó a cabo
El plan, por suerte, no se llevó a cabo - ABC

Un absurdo atentado: planeaba llenar un canguro con explosivos y pintarle el símbolo del ISIS

Sevdet Ramadan Besin, un australiano de 19 años, será juzgado por idear este plan para atentar contra la población de Melbourne el pasado 25 de abril

Madrid Actualizado: Guardar
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Hay ocasiones en las que la realidad supera la ficción, y una de ellas se sucedió el pasado año. Sevdet Ramadan Besin -un australiano de 19 años- ha sido acusado de idear un plan terroriosta que no se le hubiera ocurrido a ningún guionista de cine: cargar a un canguro con explosivos, dibujarle el símbolo del ISIS, y lanzarlo contra un grupo de agentes de policía de la zona. Con todo, el joven no pudo llevar a cabo su plan debido a que fue detenido en Melbourne el pasado 18 de abril, 7 días antes de que se sucediera un gran desfile en la ciudad en el que pensaba usar su canguro-bomba.

Ramadan fue detenido después de haber mantenido varias conversaciones por internet con un adolescente británico hablando de su plan, No obstante, el que no haya perpetrado su curioso plan no le ha hecho librarse de varios cargos, aunque sí ha podido eludir el de conspiración terrorista, por lo que evitará la cadena perpetua.

Su cómplice, por su parte, sí será encerrado de por vida.

La idea de ambos era atentar contra el desfile que, cada 25 de abril, recuerda la batalla de Galípoli (acaecida en 1915), en la que fallecieron 10.000 combatientes de Australia y Nueva Zelanda.

Al parecer, todo se fraguó a través de la red, donde Besim detalló su curioso plan a su cómplice. «En una conversación, Besim detalló lo que iba a hacer aquel día, una discusión sobre la fauna australiana y la idea de que se podrían meter explosivos C4 en un canguro, pintarle el símbolo del Estado Islámico, y soltarle entre los policías», destaca el sumario. A continuación, el joven explicaba que estaba deseoso de acabar con la vida de algún agente y señaló que estaba de acuerdo con las ideas del ISIS.

Mientras espera su juicio, Ramadan ya sabe que su cómplice (de 15 años y residente en Manchester) ha sido condenado a cadena perpetua por ser considerado un peligro para la sociedad. Y es que, en palabras del juez, el joven llegó a contactar con miembros del Estado Islámico a través de la Red. Más concretamente, «reclutadores» que acabaron convirtiéndole en un extremista.

El joven era un solitario que, según el magistrado, solo vivía a través de la Red y que había logrado conseguir a miles de seguidores en Twitter. Uno de ellos era Abu Kamboz, quien logró ponerse en contacto con él para reclutarle y le dio la dirección de Ramadan para que, juntos, planeasen un atentado.

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