La situación real de Benítez en el Madrid

Su independencia tiene un precio. No cede ante nada ni ante nadie. Lo que no le gusta en un club, en una plantilla, en un ambiente, lo cambia. Y eso rompe esquemas, formas de vivir. Y a algunos no les gusta porque les cambian el pie que apoyar desde que se levantan. Rafa Benítez lleva tres meses en el Real Madrid y las críticas veladas de jugadores anónimos desvelan que no se casa con las figuras. Que no se casa con nadie. Y eso se paga.

El entrenador del Real Madrid es enemigo de los maximalismos. Por eso no manifestaba, en la típica pregunta trampa del mes de julio, que Cristiano era el mejor del mundo. Para él no existe nadie que sea el mejor del mundo, esa es la verdad.

Hay muchos futbolistas buenos que pueden serlo y no le gusta el individualismo en una plantilla y dejar al resto en segundo plano. Por eso expuso en la pretemporada que en su plantilla hay varios jugadores que eran o podían ser los mejores del planeta: Cristiano, Bale, James, Sergio Ramos y Benzema.

Fue decir aquello y le cayó un diluvio de críticas. Al final, para eludir la pregunta trampa de cada quince días cuando el Real Madrid sale de España, afirma que Ronaldo es único y se acabó. Ha tenido que transigir con los precios mediáticos, aunque no piense lo mismo. Para él, hay uno o dos mejores jugadores por cada puesto, no uno que sea el número uno, porque ¿qué sería de Messi si fuera defensa central? Un desastre. Por eso no habla de un solo número uno. Para él hay un mínimo de once. Quizá veintidós.

De esta postura se generó un debate sobre la falta de «feeling» entre Benítez y Ronaldo. Se habló de su preferencia por Bale. Nada de eso. Sencillamente, no cree en el Balón de Oro ni en esos premios que solo se otorgan a uno. No hay deporte más de conjunto que el fútbol.

Dicho esto, sus formas de interpretar cada partido y cada entrenamiento también se topan con los tópicos derechos adquiridos de muchos futbolistas. Cambia siempre a tres jugadores en los segundos tiempos y lo hace pronto, lo cual crea problemas con los sustituidos si son estrellas o prototipos de ellas. Con Ancelotti estaban acostumbrados a no ser relevados. Ahora, todo es diferente. Hay oportunidades para otros. Sienta a hombres importantes como Benzema para potenciar el centro del campo o para conceder minutos a jesé y Lucas Vázquez. Y el francés se enfada. Pues van a tener que soportarlo. Porque lo hará toda la temporada.

Los entrenamientos también son distintos. Es meticuloso. detine los partidlos de ensayo cada cinco minutos para cambiar cosas. Corrige a sus jugadores formas de disparar, sus posiciones, sus maneras de marcar y de anticiparse al contrario. Y eso choca a varios de los jugadores más relevantes del plantel. Por ejemplo, sorprende que le diga a Cristiano cómo lanzar un golpe franco en una posición concreta. Sorprende que le diga a Ramos cómo marcar a un enemigo en un momento preciso. O como anticiparse según qué estilo de jugadas. Benítez no comprende que le critiquen en la prensa por esto.