Pirlo desafía al Real Madrid

Aparece con una hora de retraso, pero toda espera es poca cuando el protagonista es uno de los mejores futbolistas de la historia del fútbol. Ataviado con el chándal oficial de la Juventus, de un elegante a la vez que informal color gris, Andrea Pirlo charla de manera distendida y afable durante veinte minutos con un reducido grupos de periodistas españoles e italianos. Lo hace en una salita pequeña del Juventus Center, la fortaleza del equipo italiano en Vinovo, a las afueras de Turín. Justo en el mismo sitio donde atendió en exclusiva a ABC hace un par de meses. Desde entonces, Pirlo no ha jugado demasiado. Una lesión muscular le tuvo apartado del equipo durante seis semanas, pero ya está totalmente recuperado y con un nuevo título en su ya extenso palmarés: «Fue emocionante ganar el cuarto Scudetto de manera consecutiva.

Cuando dejé el Milán en 2011 lo hice por motivos deportivos. Necesitaba nuevos retos, nuevas emociones y jugar en un equipo ganador. Aquí en la Juventus he encontrado ambas cosas. Ahora queremos más».

Ese ambicioso mensaje de Pirlo tiene un trasfondo transparente. El equipo turinés avasalla en la Serie A temporada tras temporada y el mérito comienza a ser cuestionable. De hecho, ha conquistado su Liga número 31 como nunca antes lo hizo en su historia: con cuatro jornadas de antelación. Por eso, en el vestuario «bianconeri» se mira a la Champions con los ojos inyectados en sangre. Han sido doce años sin aparecer por el balcón de la élite continental y salir para saludar no les es suficiente: «Hemos crecido mucho esta temporada. En las anteriores, lo hemos hecho fantásticamente en nuestras competiciones, pero en verano hablamos seriamente que ya nos tocaba dar un salto de calidad en Europa. Y por fin lo hemos logrado». Pirlo reconoce que la eliminación en la fase de grupos de la Liga de Campeones de la pasada temporada fue un fiasco imperdonable. El vestuario tenía esa espina clavada, pero la clasificación para semifinales no sacia al conjunto turinés. Quieren más, como avisa Pirlo: «No somos la cenicienta de las semifinales. Si estamos entre los cuatro mejores equipos de Europa es porque nos los hemos ganado en el campo. Nuestro espejo es el Atlético de Madrid. Tampoco eran los favoritos la pasada temporada y estuvieron a un minuto de ser campeones. No tenemos miedo a nadie y no tenemos nada que perder. La eliminatoria contra el Real Madrid está al cincuenta por ciento».

Sin perder los nervios

El pulso que le lanza Andrea Pirlo al conjunto de Ancelotti no es óbice para el icono del fútbol italiano se deshaga en elogios hacia los blancos: «El Real Madrid es el Real Madrid. Su identidad, su nombre ya lo dice todo. Es un club especial, el mejor del mundo. Estuve muy cerca de vestir de blanco en 2006, aunque al final Galliano no me lo permitió», confiesa sin tapujos. La admiración del mediocentro italiano por el equipo merengue es total. De Cristiano Ronaldo, opina que es un «jugador de otro planeta», así como destaca el «inmenso talento de Isco». También tiene palabras grandilocuentes para Kroos, «un jugador muy ofensivo y con mucha clase que se sacrifica en su posición de pivote por el equipo». Eso sí, el ojito derecho de Pirlo es, cómo no, Carlo Ancelotti, su mentor: «Es mi padre futbolístico. Los mejores momentos de mi carrera los he vivido junto a él».

En la bola de cristal de un genio del fútbol, Pirlo se imagina una eliminatoria abierta y disputada aunque pone el foco en la cabeza antes que el corazón: «Jugamos a 180 minutos y tenemos que hacerlo de manera inteligente. El partido de mañana aquí en Turín será decisivo para el resto de la eliminatoria, pero tenemos que disputarlo con la cabeza fría y sin temor». Pirlo tiene mucho callo. Su experiencia le dice que si juegan con astucia mañana, podrán llegar con todo por resolver a Madrid y allí lograr la clasificación para la final: « Recuerdo con mucha emoción la ovación del Santiago Bernabéu cuando jugamos la pasada temporada. Ojalá la próxima semana se repita, pero para todo el equipo. Eso serían buenas noticias para nosotros».

Cuando se le pregunta por alguna de las claves de la eliminatoria, Pirlo pone en alza la dupla atacante de la «Vecchia Signora»: «A Morata, como todo español que llega al Calcio, le costó aclimatarse. Aquí el juego es más físico que en España, pero desde hace hace tres meses está demostrando lo gran delantero que es. Y de Tévez no voy a descubrir nada a estas alturas. Lleva muchos años demostrando en grandes equipos su calidad. Es uno de nuestros referentes»

Por último, Pirlo deja un mensaje intrigante respecto a su futuro: «Si ganamos la Champions quizás me plantee un cambio». No desvela dónde, pero de producirse, no sería en Europa. Japón y EE.UU son sus preferencias.