Sin confianza y hundidos físicamente

El Real Madrid sobrevive en una crisis alopante, al borde del precipicio, y los hombres que trabajan junto a Ancelotti consideran que la enfermedad es grave. Primero, porque han observado que los futbolistas han perdido la confianza en sí mismos y juegan sin fe, con el freno echado, sin arriesgar, sin regatear, echando balones hacia atrás. La pelota les quema. Segundo, porque su estado físico da miedo. Los pupilos de «Carletto» corrieron diez kilómetros menos que el Schalke. Y para colmo, la portería tampoco aporta seguridad. Casillas dio terror con sus fallos, primero, y sus paradones después.

Tras cinco semanas de entrenamientos puros de pretemporada, los pupilos de Ancelotti están en una forma preocupante. Juegan con lentitud, sin velocidad.

Y la sensación es de un hundimiento general que tiene a todo el club en vilo.

Los silbidos de la afición argumentaron un sentimiento general de miedo al futuro. El entrenador afirma que la llegada de Modric y de Ramos aportará más carácter, personalidad y experiencia al conjunto blanco, pero falta saber si será suficiente.

El problema que vislumbran los técnicos es que jugadores como Bale y Benzema parecen asustarse ante la presión externa. Pepe y Varane han demostrado nerviosismo. Solo Cristiano, Kroos e Isco mantienen un cierto nivel.

El Levante será un ensayo que el cuerpo técnico quiere ganar para llegar al Camp Nou con un equipo reforzado mentalmente. Ramos y Modric tiene que aportar nuevas sensaciones. El clásico marcará después el futuro de todos.