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Carlo Ancelotti recibió una reprimenda de su público - AFP
Real Madrid

Bronca del Santiago Bernabéu a Ancelotti

La grada pitó a su entrenador cuando retiró a Isco para dar entrada a Illarra. El italiano explica que buscaba equilibrio

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Carlo Ancelotti recibió este domingo un severo toque de atención por parte de la grada del Santiago Bernabéu. Una bronca en toda regla. El técnico goza del respeto de la mayor parte de la parroquia madridista, gracias a su innegable don para administrar un vestuario siempre difícil de llevar, y sobre todo por haber sido el técnico que condujo al club blanco a la conquista de su tesoro más preciado, la décima Champions. Pero lo cortés no quita lo valiente y la exigente grada merengue le recordó ayer al italiano que no le gusta que su equipo especule con el resultado. Sobre todo en casa.Sucedió que a Ancelotti se le ocurrió que para recomponer al equipo, que se estaba descontrolando en su intento de volver a ponerse por delante ante el Villarreal, era necesaria la entrada de Asier Illarramendi en el centro del campo.

Y para hacer sitio al vasco decidió sentar a Isco. Decisión cuanto menos arriesgada cuando el malagueño es, hoy por hoy, el ojito derecho del Bernabéu. Por lo vistoso de su fútbol, pero también por su capacidad para inventar soluciones cuando los partidos se atascan, como ayer. Es por ello que los aficionados merengues se tomaron el relevo como un paso atrás de su entrenador, avisándole con una sonora pitada.Ancelotti, que desde su llegada al banquillo blanco siempre ha reconocido que uno de sus principales objetivos como técnico era dar «equilibrio» al equipo, defendió su decisión al término del encuentro. El italiano explicó ante la prensa que, una vez más, su intención era compensar el dibujo de un equipo que se descosía en busca del 2-1.«El entrenador hace el cambio porque cree que es algo bueno para el equipo. Si la afición no lo entiende lo siento pero siempre busco lo mejor para el equipo», apuntó, restando trascendencia a los silbidos de sus aficionados.Algo que también hicieron sus futbolistas. Si hace unos días era el técnico el que daba el visto bueno a la cena de su plantilla, tras el tropiezo frente al Villarreal fueron los jugadores los que salieron en defensa del jefe del vestuario. Así, el brasileño Marcelo argumentó que «el mister intenta hacer los cambios para ganar el partido». «La gente pita, la gente aplaude e intentamos hacer lo que la gente quiere, que es ganar», agregó.

Durante dos temporadas Carlo Ancelotti ha lidiado con los silbidos a varios de sus futbolistas, como Íker Casillas, Álvaro Arbeloa o Karim Benzema, e incluso hacia él. Y hasta ahora, gracias a su carácter tranquilo, consiguió sofocar todos los fuegos.

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