Vivir en un edificio de 1577 del que nadie se hace cargo

Es uno de los edificios que forma parte del plan especial del conjunto histórico de Utrera, se levantó por orden del mismísimo Felipe II en 1577, pero desde hace décadas tiene un uso que suscita opiniones encontradas en la localidad. El Cuartel de Caballería de Utrera, que en otras épocas fue también la sede de la Benemérita en la localidad, no pasa por su mejor momento. El edificio presenta numerosos problemas de conservación , por lo que el Partido Popular en la localidad ha presentado una moción en el pleno municipal para pedir a la Junta de Andalucía, entidad propietaria del inmueble, que asuma su arreglo.

Una veintena de familias viven desde hace algunas décadas en este edificio del siglo XVI, que tras ser abandonado por la Guardia Civil fue reconvertido en viviendas de alquiler social para familias con pocos recursos. El exterior de la construcción presenta numerosos problemas de conservación, palpables a simple vista, principalmente debido a la presencia de numerosos desconchones , problemas que también se localizan en el interior y en las estancias que ocupan los diferentes inquilinos y es que el edificio no fue diseñado en ningún momento para acoger viviendas.

Los vecinos se quejan de que el «Ayuntamiento se llevó las puertas para restaurarlas hace cuatro años y ya no hemos vuelto a saber nada más de ellas». De esta manera nada impide el acceso al recinto del cuartel, por lo que los propios vecinos denuncian que se han producido robos de bicicletas y motocicletas , que los perros entran y dejan allí sus excrementos e incluso en alguna ocasión algún vagabundo ha pasado dentro la noche.

Los inquilinos más veteranos llevan viviendo en este enclave desde hace 25 años, un tiempo en el que denuncian que «nunca se ha llevado a cabo ninguna reforma o arreglo de envergadura». La fachada que da al mercado de abastos y a la plaza Ximénez Sandoval es la que presenta un aspecto más preocupante, con zonas en las que el revestimiento casi ha desaparecido y la presencia de pequeños puntales colocados en las ventanas para reforzar la construcción. A ello se suma el mal estado de la solería de esta entrada, donde han desaparecido muchas losas, un hecho que ha provocado peligrosas caídas. Algunos vecinos aseguran que ante la pasividad de las administraciones han sido ellos mismos los que en algunas ocasiones han acometido pequeños arreglos en el edificio, porque se sienten desamparados.

El Partido Popular ha presentado una moción en el pleno municipal para pedir a la Junta de Andalucía que ponga en marcha un proyecto de restauración de este antiguo Cuartel de Caballería. Los populares explicaron que lo más importante es « realojar a los inquilinos en otro inmueble que ofrezca mejores condiciones de habitabilidad que el actual ». La propuesta del PP contó con los votos en contra del equipo de gobierno municipal (PSPE-IU), y con los votos a favor del PA.

Desde el año 1988 el edificio pasó a ser propiedad de la Junta de Andalucía, tras la cesión realizada por el aquel entonces alcalde de Utrera, el socialista José Dorado Alé. El PP de Utrera ha solicitado la intervención de la Junta de Andalucía y otras administraciones para poner en valor este edificio que forma parte del catálogo patrimonial de la localidad y al mismo tiempo poner encima de la mesa un debate acerca del uso que se le podría dar al inmueble en el futuro, aunque incidiendo siempre en «la necesidad de una salida digna para todas las personas que viven allí».

El equipo de gobierno municipal (PSOE-IU), criticó la propuesta de los populares, explicando que « puede causar alarma en los residentes», y señalaron la «necesidad de elaborar un plan de actuación con respecto a las familias». Además, aseguraron que esta moción «no aporta nada para lograr la rehabilitación y hay otras formas de tratar este asunto».

El Cuartel de Caballería cuenta con el grado B de protección en el plan especial del conjunto histórico de Utrera y fue declarado monumento histórico artístico nacional en 1949 . Se trata de un edificio histórico que se levanta en el lugar que en su día ocupaba la puerta de Jerez, una de las cuatro puertas con las que contaba la antigua muralla de Utrera. Una de las principales características de este inmueble es su inconfundible patio cuadrado de arquitectura típica castellana de corrala, un enclave con un sabor inconfundible, donde los vecinos en la actualidad se sienten desamparados, sin saber a quien acudir para que arregle los desperfectos y problemas con los que conviven a diario.