Socorro Moreno con Gabriel Redondo, presidente de Agrosevilla
Socorro Moreno con Gabriel Redondo, presidente de Agrosevilla - A.F.
UTRERA

La reina valiente de la aceituna gordal

Socorro Moreno, harta de que las grandes superficies tiraran los precios y de la desidia del sector, fundó la cooperativa Utreace con apenas 20 socios, que logró multiplicar por diez y con la que ha mejorado un 40 por ciento los contratos

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La utrerana Socorro Moreno ha crecido entre olivares centenarios y aceitunas gordales, sintiendo muy de cerca todas las penurias y las alegrías que llenan la vida de un agricultor. Su padre le inculcó el amor por la tierra y ha visto durante décadas cómo el campo utrerano guardaba un tesoro que año tras año era malgastado y prácticamente ninguneado por empresarios que tiraban los precios de ese producto que con tanto mimo, desvelos y cariño habían cuidado a lo largo del año los agricultores locales.

Las condiciones geográficas y climáticas de Utrera originan que los olivos utreranos ofrezcan una variedad de aceituna gordal, que por su calidad y tamaño es prácticamente única, siendo además muy valorada en el mercado.

No en vano, la localidad es la principal productora nacional de aceitunas gordales.

Durante décadas los agricultores han invertido su sabiduría ancestral, tiempo y dinero para seguir con esta tradición, pero la localidad ha olvidado una parte fundamental, como es la transformación y comercialización de este producto.

Todo ello ha provocado que sea ciertamente difícil que los agricultores encuentren rentabilidad en su trabajo, ya que al final son empresas de fuera las que llegan poniendo el precio que a ellas les conviene, para llevarse la materia prima de primera calidad.

Esta utrerana valiente, harta de las quejas y de la apatía del sector, decidió en 2004 pasar de las palabras a la acción y fundar una empresa de economía social para intentar darle la vuelta a esta peligrosa dinámica.

Así, junto a su marido y algunos pequeños agricultores crearon la cooperativa Utreace, al principio solo con una veintena de socios. Después de algo más de una década la aventura está más que consolidada y en la actualidad Utreace tiene casi 200 adhesiones.

Por tanto, la situación ha cambiado de manera notable, más aún desde la campaña de 2015, porque ahora Utreace se ha integrado en Agrosevilla, una cooperativa de segundo grado, con una notable experiencia en el sector y que conoce de manera profunda el principal mercado en el que se vende la aceituna española en la actualidad: el mercado extranjero.

Socorro, pionera en muchos aspectos, ha sido la primera mujer en ser parte del consejo de administración de Agrosevilla. Desde entonces, todos los agricultores que están integrados en Utreace saben de manera clara cuánto vale cada kilo de aceitunas que entreguen a la cooperativa y donde se venderán sus aceitunas, sin tener que esperar a que un empresario aguante hasta el último momento, cuando sabe que la aceituna se pudre en el árbol, para poner un precio mas bajo.

«La situación de los agricultores que forman parte de la cooperativa ha experimentado un cambio radical, antes éramos meros productores, ahora somos propietarios. En Utrera hemos estado muchos años como los países del tercer mundo, producíamos la materia prima y esperábamos que vinieran de fuera a comprarla a precios muy bajos: solo sabíamos producir, no comercializar», explica esta utrerana a la que se le ilumina la mirada cada vez que habla del campo.

Su mensaje poco a poco va calando, sobre todo entre los pequeños y medianos agricultores de la localidad. Cuando empezó a levantar su voz, muchos la tildaban de loca, pero pasan los años y se ha demostrado que cuando una persona siente lo que hace y lucha por un legado que ha pasado de padres a hijos, tarde o temprano la justa realidad se va imponiendo y se van dando los pasos necesarios para que la situación cambie. Con personas como Socorro se antoja difícil que un tesoro como el que guardan los olivares utreranos se acabe perdiendo.

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