Asalto en el Aljarafe
De guardia civil corrupto a líder violento de una banda de ladrones de Sevilla
Antonio Reyes, abatido este martes en Mairena, había preparado un falso registro policial para desvalijar la casa del empresario Joaquín Henares, pero algo salió mal
Lo había diseñado al detalle. El robo en la mansión del empresario textil Joaquín Henares podía ser su golpe maestro, pero algo salió mal y el líder de la banda de ladrones que asaltó este martes la vivienda del industrial en Mairena cayó abatido por el disparo de un guardia civil; otrora compañero del Cuerpo Benemérito al que había pertenecido durante años.
Éste ha sido el final de Antonio Reyes Estévez . Un exguardia civil corrupto cuya expulsión del Instituto Armado no le sirvió de escarmiento para enderezar su vida sino para terminar de torcerla. Pasó de ser un agente de la ley a incumplirla reiteradamente como muestra su historial delictivo. Hasta el martes lideraba una banda de ladrones. Antes de su muerte había sido detenido por el robo en un club de alterne . Los delitos contra el patrimonio eran su gran especialidad.
Reyes Estévez fue expulsado del Cuerpo hace quince años tras ser condenado por quedarse con dinero durante un control rutinario de carretera. Junto a él fue sentenciado otro compañero. «Lo arrastró con él y eso no se lo perdonó nadie en el cuartel . Todos le dieron la espalda y nadie lamentó su marcha», relata un agente que lo conocía de su etapa de verde.
«Registros a delincuentes que sabes que no se van a quejar, actuaciones confusas. A nadie le sorprendió cuando fue denunciado y finalmente condenado»
Su último destino antes de ser apartado del servicio, como adelantaba ABC este martes , fue en el puesto de Carmona , en el equipo de Policía Judicial . Antes de ser detenido esa primera vez, en el Cuerpo ya se sospechaba de él desde hacía tiempo. «Registros a delincuentes que sabes que no se van quejar, actuaciones confusas. A nadie le sorprendió cuando fue denunciado y finalmente condenado».
En su expediente personal se contabiliza una separación matrimonial, un intento de suicidio y el fervor por las cofradías de Carmona. Había rehecho su vida con otra mujer y tenía fijada su residencia en una urbanización del extrarradio carmonense donde pasaba desapercibido entre los vecinos.
El golpe del martes lo había preparado al detalle. Había diseñado un falso registro en el domicilio del empresario para desvalijarlo. La víctima relataba ayer a la Guardia Civil que llegó a creerse la farsa en un primer momento, cuando irrumpieron en su casa aprovechando la llegada de los dos jardineros.
El empresario lo señala como el líder del grupo de asaltantes, quien llevaba la voz cantante, exigiendo que le abriera la caja fuerte y le entregara las joyas porque estaba siendo investigado por un supuesto delito de blanqueo de capitales . Cuando Joaquín Henares comenzó a sospechar, los ladrones se pusieron nerviosos y revelaron su verdadera identidad. Comenzaba la última cuenta atrás para Reyes Estévez que acabaría muerto de un disparo.
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