Varios agentes tratan de calmar los ánimos de los vecinos en una de las manifestaciones organizadas en 2014
Varios agentes tratan de calmar los ánimos de los vecinos en una de las manifestaciones organizadas en 2014 - ABC
Sucesos

La Guardia Civil cerca al clan de Los Chorizos en Estepa y Osuna

Un importante dispositivo policial ejecuta una redada en ambas localidades en el marco de una investigación antidroga

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Los vecinos de dos barriadas de Osuna y Estepa se han despertado este miércoles con sus vecindarios tomados por la Guardia Civil. Iban a ser testigos de una redada contra varios focos de venta de drogas detrás de los que estarían presuntamente integrantes del conocido clan de Los Chorizos; una familia de etnia gitana contra la que se levantaron los vecinos estepeños en 2014, acusándoles de ser los responsables de una oleada de inseguridad en el municipio. La mecha prendió porque varias viviendas del clan fueron incendiadas.

Fuentes de la Guardia Civil sólo han confirmado a ABC que la redada está dentro de una investigación antidroga declarada secreta. Las pesquisas llevan varios meses en curso y la actuación de este miércoles ha estado precedida de anteriores registros y alguna detención de relevancia.

Decenas de agentes intervenían desde primera hora en varias viviendas del barrio Los Poetas, en Estepa, y en Osuna, donde residen miembros de este conflictivo clan que suma entre sus integrantes decenas de arrestos anteriores. Fuentes consultadas por este periódico han confirmado que la redada, que dirigía el equipo de Policía Judicial de Osuna, se ha saldado con varios detenidos.

«No queremos que esto vuelva a convertirse en un supermercado de la droga». Así se expresaba uno de los vecinos de Los Poetas el año pasado cuando conocieron que el clan regresaba al vecindario al reformarse las viviendas que habían sido incendiadas. Unos inmuebles que gestiona la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía.

Una plataforma vecinal se organizó en el verano de 2014 para denunciar la inseguridad que generaban estas familias, convocando manifestaciones en lo que se definió como una rebelión civil contra la impunidad. Sin embargo, algunos de los señalados aseguraban que detrás sólo había un comportamiento racista.

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