Ricardo García y Loli Gómez posan en el taller del que sale cada diseño único de El mono con pajarita
Ricardo García y Loli Gómez posan en el taller del que sale cada diseño único de El mono con pajarita - B.M.
LORA DE ESTEPA

Un diseñador web y una diplomada en Turismo de Pedrera colocan sus pajaritas exclusivas en Japón

Su empresa, El mono con pajarita, está radicada en Lora de Estepa y hace diseños únicos con todo tipo de materiales

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La habitación que hace las veces de taller de confección de El mono con pajarita se asemeja a la más completa mercería. Tijeras de diferentes tamaños, bobinas de hilo de todos los colores, reglas de patronaje, una máquina de coser Alfa y un ordenador portátil se reparten ordenadamente aprovechando cada rincón de la habitación. Son las herramientas que dan forma al original proyecto que han iniciado Loli Gómez y Ricardo García.

Desde su casa de Lora de Estepa, esta pareja formada por una pedrereña y un guipuzcoano ha sobrepasado de sobra todas las machaconas teorías sobre cómo ser emprendedor con unos ingredientes propios muy humildes: creatividad, perseverancia, muchas horas de trabajo, voluntad de aprender de forma autodidacta y grandes dosis de ilusión.

Como recuerdo de esto último, los diseños dibujados por su hijo Ibai y dos de las propuestas con las que quiso ayudar a sus padres (una pajarita hecha con piezas de Lego y otra con forma de murciélago) permanecen colgadas en un espacio central.

Otras celebraciones familiares como las comuniones de su sobrinos le llevaron nuevamente a confeccionar sus propios diseños. Una vez más su marido y su hijo, pero esta vez también un sobrino y su cuñado se convirtieron sin saberlo en los primeros modelos en llevar los diseños de «El mono con pajarita».

«Tuvieron mucho éxito, gustaron mucho y lo principal, me lo había pasado genial seleccionando telas y confeccionándolas para ellos. Así fue como me dije, y por qué no lo intentamos». Hasta tal punto que se han autobautizado la pareja del «¿Y por qué no hacemos...?, una fórmula que da nombre a su particular departamento de I+D+I, aprendiendo juntos a medida que van construyendo.

Dos partes de un proyecto

Desde las primeras pajaritas hasta la construcción de la tienda online en julio de 2015, los pedidos se han disparado. «Desde enero de este año a mayo duplicábamos la facturación cada mes», señala Ricardo García.

Sus principales compradores son clientes particulares, «especialmente de ciudades del norte de España, como Burgos, Barcelona y sobre todo Zaragoza», pero también han recibido peticiones de tiendas alternativas y con productos artesanos. Incluso las primeras peticiones desde Japón y Bélgica.

Un esfuerzo conjunto de Loli Gómez, seleccionando y trabajando telas de materiales como algodones, lino, terciopelo, piel sintética, ante y corcho; y de Ricardo García posicionando y cuidando un diseño limpio y original en la web y las redes sociales que han dado a conocer en España este original proyecto.

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