Típica calle de la urbanización, sin alquitrán ni acerado y plagada de baches
Típica calle de la urbanización, sin alquitrán ni acerado y plagada de baches - PEPE ORTEGA

Así dejó «el Dioni de Almensilla» el sector F

Unas 600 familias malviven en lo que debiera ser una urbanización de ensueño en el Aljarafe pero a la que le faltan agua corriente, alumbrado, aceras...

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Almensilla sector F: lo que estaba llamado a ser una urbanización idílica entre las que proliferaron por el Aljarafe como setas al calor del ladrillo en décadas precedentes, se podría reivindicar ahora como el gran símbolo del esperpento de la promoción inmobiliaria sevillana, un caos impensable que va mucho más allá de la figura de Julio Mateos, el famoso «Dioni de Almensilla» ya en prisión provisional tras su periplo caribeño, un personaje que, por sí solo, no permite explicar una estafa tan morrocotuda en pleno siglo XXI.

Es de lo primero que avisan los lugareños cuando pones pie en la polvorienta tierra (un barrizal infernal invierno tras invierno) que se te agarra al gaznate allí donde tendría que haberse asfaltado desde finales de los 90.

«Han cogido a ése, pero ése no es el único que se ha llevado el dinero: hay más gente implicada y de las gordas», subrayan los damnificados, que no obstante confían en que ahora por fin se pueda hacer algo de Justicia y el ex tesorero de la junta de compensación responda con su patrimonio (el conocido y el oculto) del agujero de 3,8 millones de euros que dejó al fugarse.

«Todo el dinero que se coja se tiene que invertir en urbanizar esto», reclama José Delgado, un jubilado que otro verano más ha vuelto con su mujer y la familia a disfrutar en la medida de lo posible de un chalé precioso pero sin agua corriente ni alumbrado público. «Mire, yo he tenido que pagar 33.000 euros por una finca con sólo 20 metros de fachada. Pero conozco el caso de una viuda que aún está pagando la primera derrama a través del Opaef. ¿Y cuándo va a terminar de pagar esa mujer los 33.000 euros que le faltan con 200 euros al mes?».

Responsables políticos

Delgado señala hacia arriba a la hora de repartir culpas y responsabilidades. Apunta con el dedo directamente a los políticos locales y, más en concreto, al antiguo gobierno municipal socialista. «El Ayuntamiento es quien tiene toda la culpa de lo que ha ocurrido aquí. En ningún caso se tenía que haber consentido que se vendieran parcelas antes de estar urbanizadas. Y ahora no puede hacer nada porque Almensilla es un pueblo pequeño y lo que ingresa prácticamente da para pagarle los sueldos a los funcionarios municipales», masculla.

En todo caso, este vecino se puede dar con un canto en los dientes porque levantó su vistoso chalé en mitad de lo único que se construyó: la carreterita que comunica con la A-8055 entre Almensilla y Mairena del Aljarafe. En las transversales de esta calle Cañada Real es donde salta a la vista la tomadura de pelo, las cañadas auténticas. Más que una urbanización, aquello recuerda a Las Hurdes de Buñuel, sin niños famélicos ni burros aguijoneados pero con toda la mala yerba a expensas de cualquier colilla mal apagada y mucho utilitario lleno de polvo subsahariano durante todo el verano. En vez de «Terre sans pain» (Tierra sin pan), el documental inspirado por «el Dioni de Almensilla» bien pudiera titularse «Terre sans asphalte»: Tierra sin asfaltar.

Un vecino señala la basura acumulada en la zona
Un vecino señala la basura acumulada en la zona - PEPE ORTEGA

«Esto cualquier día va a pegar un “explotío”», alerta campechana Mercedes Pino, residente desde hace once años en esta urbanización manga por hombro. Gesticula con rabia incontenible y apela al sentido común. «Es que figúrese usted… Es que póngase en nuestro lugar…», va respondiendo en busca de la complicidad inevitable. Viene de deshacerse de la basura en los testimoniales contenedores que brindan servicio a las 600 familias y que, a fin de cuentas, también explican tanto trasto viejo y disperso tragado por la maleza.

Robos nocturnos y más peligros

El abandono se refleja en general a lo largo y ancho de la práctica totalidad de caminos (en honor a la verdad no alcanzan la categoría de calles) de la supuesta urbanización (chalés en mitad del puro campo). A la falta de alquitrán, acerado, farolas o papeleras, se le suma la cantidad de cables eléctricos que languidecen desvergonzados por doquier y un sistema de alcantarillado que sólo ha generado la admiración de los ladrones. «Vinieron una noche y se llevaron todas las tapas de registro. Y como aquí de noche no se ve nada, se llegaron a caer dentro dos personas», asegura José Manuel Guerrero, que se acerca estas tardes a la parcela de sus suegros para darse un chapuzón con sus hijos.

«El yerno de Alfonso», como se presenta orgulloso («Mi suegra salió en todas las televisiones porque era de las que estaban esperando al tal Julio Mateos a las puertas del juzgado de Coria»), explica que los padres de su mujer llevan ya pagados 40.000 euros, a razón de 12 euros por metro cuadrado. «Aparte, les expropiaron 460 metros de finca para el camino de acceso comprometiéndose a pagarles a tres euros cada metro, que a ver quién se los paga ahora». En invierno, en cuanto empieza a llover, el camino se transmuta en farallón y se demuestra intransitable.

«Se aprovecharon de gente indefensa. Muchos son personas mayores sin apenas formación que se pasan los días viendo el "Sálvame" por la tele», denuncia Guerrero, que revela otras caras del drama: «Hay gente que debe 70.000 euros y que, como son jubilados, en ningún banco les dan crédito, con lo cual quienes tienen que hipotecarse son sus hijos. Igual que también hay quienes tenían una finca grande y, como no podían pagar, vendieron partes del terreno. Y donde tenía que haber un solo punto de luz o agua, en su día tendrán que poner varios. Y los que están sin rematar dicen que no se ajustan ya a la normativa, así que habría que cambiarlos».

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