Uno de los modelos salidos de La Luisiana
Uno de los modelos salidos de La Luisiana - A.L.
LA LUISIANA

Los carruajes y coches de La Luisiana compiten con éxito con los de China y Polonia

El taller sevillano de Antonio Delgado logra abrirse un mercado en menos de cinco años de actividad

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Los carros y carruajes de caballos no son reliquias de otra época. La fabricación de estos vehículos conservan hoy en día su diseño tradicional, pero incorporan importantes avances tecnológicos que hacen que el uso de los mismos se mantenga a lo largo del tiempo, y su demanda llegue desde diferentes partes del mundo. Principalmente, el destino de estos bellos coches de caballos en nuestros días son las ferias, romerías, competiciones o doma, principalmente.

Desde su taller de La Luisiana, Antonio Delgado Plata y sus dos socios comenzaron hace cinco años a fabricar carruajes de caballos de distinta tipología. Nunca antes habían llevado a cabo una tarea similar en la empresa de carpintería metálica que levantaron hace casi 20 años, pero según relata Antonio, «un cliente nos hizo el encargo y nos atrevimos. El resultado fue muy bueno y decidimos darnos a conocer por internet».

Desde entonces, todos los años salen de su taller varios carruajes de factura artesanal, aunque apoyada en el diseño por ordenador que Antonio ha aprendido de manera autodidacta, así como en maquinaria que, en muchos casos, han diseñado ex profeso para mejorar su elaboración o incorporar pequeños detalles bajo la petición de los clientes.

A. L.
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Según cuenta Antonio, hasta 500 piezas diferentes hacen falta para armar un carruaje de caballos como los que fabrica este taller de La Luisiana, con materiales como el hierro, acero inoxidable, aluminio o polipiel para los asientos, entre otros, y que normalmente demandan para su factura entre 50 y 60 horas de trabajo. Los coches de caballos de la familia Delgado Plata llegan a toda España, con gran demanda en Andalucía, Murcia, Valencia, Extremadura o Barcelona.

Noviembre es un mes tranquilo para Carruajes La Luisiana, pero con el comienzo del año, poco a poco empezaran a llegar los clientes que quieren estrenar o mejorar su carruaje de cara a la próxima primavera para la romería de El Rocío o las distintas ferias.

Fuerte competencia

La receta de su crecimiento en los últimos años, explican, no es más que el trabajo duro y el cuidado en los detalles, con especial atención a crear carros resistentes y con buen acabado. Es la mejor baza que tienen frente a la durísima competencia que existe en el sector y que llega no sólo de Andalucía, sino especialmente de países como China o Polonia, que los importan a «precios tirados, pero con mucha menor calidad», apuntan. Como dato aproximado, los carruajes de caballos de buen acabado se facturan a partir de los 1.000 euros.

Los modelos más demandados son los clásicos Marathon y Jardinera, aunque también han fabricado de competición y de época. Sus diseños se inspiran en los modelos que estudian a través de internet, campeonatos o museos, a los que añaden alguna aportación propia. «Es un trabajo bonito y muy diferente a otros encargos. Lo disfrutamos mucho porque es más creativo y nos exige estar más atentos a los detalles para crear cosas que gusten y mejorar los modelos», abunda Antonio.

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