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Algunas de las monedas encontradas en las diecinueve ánforas romanas - EFE

Los antepasados de Bécquer se arruinaron sin saber que poseían el tesoro de Tomares

Así lo ha desvelado el Archivo Histórico Provincial que atestigua que la finca fue adquirida en el siglo XVII en el «Zaudín Alto»

SEVILLA Actualizado: Guardar
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Los antepasados del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer se arruinaron sin saber que en la finca que poseían en Tomares (Sevilla) había un tesoro romano de incalculable valor, las 80.000 monedas de la época romana descubiertas en ánforas la pasada semana.

Así lo ha desvelado el Archivo histórico provincial de Sevilla en sus redes sociales, publicando algunos de los documentos que atestiguan que la finca fue adquirida en el siglo XVII en la zona del 'Zaudín Alto', ubicada en el término municipal de Tomares.

La familia Bécquer, de origen flamenco, «eran exportadores de lana por el puerto de Sevilla, y adquirieron la propiedad del caserío en el siglo XVII», señala el archivo sevillano, que subraya que en 1622 Miguel Bécquer, fundó el Mayorazgo de la familia, en el que entre otras propiedades figuraba 'Zaudín Alto'.

Sin embargo, los sucesores de esta familia, no supieron cómo administrar los bienes y terminaron casi arruinados, «aunque el mayorazgo, y por lo tanto Zaudín Alto, perduró en la familia hasta mediados del siglo XIX», aunque el poeta, nacido en 1836, no llegó a conocerlo como propiedad familiar.

De hecho, aunque algunos de sus antepasados murieron arruinados, cuando Gustavo Adolfo Bécquer nació lo hizo en el seno de una familia con una buena posición económica, «porque hasta tenían un coche de caballos con un conductor con traje de librea, algo que en aquella época solo estaba reservado para las familias de clase alta», recuerda a Efe la secretaria de la asociación 'Con los Bécquer en Sevilla', Pilar Alcalá.

De esta forma, aunque indirectamente, el poeta tuvo relación con estas monedas encontradas la pasada semana en unas ánforas durante unas obras de acometida paralelas al camino interno del parque Zaudín de Tomares, donde las máquinas dejaron al descubierto los recipientes romanos llenos de monedas, que tienen en el anverso la figura de un emperador y en el reverso diversas alegorías romanas, como la abundancia.

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