El Gobierno de Toscano defiende el veto de la Junta a la procesión infantil suspendida en un colegio público

La polémica por la cancelación de la procesión infantil de Semana Santa en el CEIP Las Portadas de Dos Hermanas llegó este viernes al Pleno del Ayuntamiento nazareno. Lo hizo a través de la moción que la edil no adscrita Cristina Alonso presentó ante la corporación municipal para buscar el apoyo de los grupos a favor de esta procesión e instar a que se declarara la «lesividad» que su suspensión había producido «por vulneración de los derechos fundamentales de libertad ideológica y de enseñanza».

Con la presencia entre el público de algunas de las familias afectadas por esta suspensión, el asunto generó un bronco debate entre los distintos grupos políticos con representación municipal. El portavoz municipal, el socialista Agustín Morón, rechazó la moción de Alonso al considerar que se trató de una actividad «excluyente», que no hubo lesividad ni tampoco prohibición alguna por parte de la Junta de Andalucía, pues se hizo «lo mismo que en el caso de Osuna», donde también, tras una denuncia de la asociación Sevilla Laica, se optó por celebrar la procesión en horario no lectivo, es decir, por la tarde.

En este sentido, la concejal delegada de Igualdad y Educación, María Antonia Naharro, reforzó la defensa realizada por el portavoz socialista y aseguró que la inspección educativa únicamente había «recomendado que conciliaran esa actividad y la hicieran fuera del horario escolar», algo que Alonso rechazó insistiendo en que, efectivamente, la procesión no llegó a celebrarse como tal tras recibir los padres una nota del centro en la que se informaba de que la misma quedaba «anulada» para la mañana del Viernes de Dolores, como estaba previsto.

La concejal socialista reiteró, por su parte, que «nunca jamás se ha faltado a la legalidad vigente» y que la Junta «cumplió con sus obligaciones», si bien hasta ahora se había celebrado esta procesión con total normalidad cada año porque ningún padre había mostrado su queja. El propio alcalde Toscano intervino en el acalorado debate para considerar que se trataba de una actividad en la que «impides a otros niños que participen», ya que la misma estaba prevista para los alumnos del centro matriculados en religión católica.

Desde el PP, su portavoz María del Carmen Espada tachó la suspensión de la procesión de «acto de intolerancia», mientras que el edil de Izquierda Unida, Francisco García Parejo, recordó que existe un protocolo de 2013 que regula este tipo de actuaciones y que «lo más adecuado» habría sido que se hubiera celebrado en horario no lectivo, tal y como sucedió en Osuna. Sí Se Puede, por su parte, consideró «desproporcionado» el contenido de la moción presentada por Alonso y negó que se hubieran vulnerado los derechos de las familias y alumnos afectados por esta cancelación de la procesión, tan solo 24 horas antes de su celebración.

Finalmente, la moción fue rechazada con los votos en contra de PSOE, Sí Se Puede, Izquierda Unida y la edil no adscrita Estrella Guzmán, mientras que Partido Popular y Ciudadanos optaron por apoyar la propuesta de Alonso.