Los purines se extienden por una gran extensión de terreno/ABC
Los purines se extienden por una gran extensión de terreno/ABC
Contaminación

Los vecinos de una urbanización de Alcalá de Guadaíra sufren el vertido de excrementos de cerdos en una balsa cercana

Vecinos y ecologistas denuncian la contaminación debida a la falta de una balsa impermeabilizada

Alcalá de Guadaíra Actualizado: Guardar
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Los vecinos de la urbanización La Ruana-Pinos del Nevero denuncian que sufren desde hace tiempo las consecuencias de los vertidos de purines una granja de cerdos a pocos metros de sus viviendas. El problema, explican tanto los vecinos como la sociedad ecologista Alwadi-ira, es que la balsa a la que van los vertidos está sin impermeabilizar por lo que estas sustancias tóxicas pueden llegar al acuífero de la zona.

Los vecinos narran que los vertidos van a parar directamente al campo en la trasera de la explotación y que son de tal cantidad que se desbordan por los alrededores. Todo ello se traduce en malos olores, insectos y en el temor a que la contaminación llegue a los pozos de los que toman el agua para sus viviendas.

De hecho ya hace tiempo que no pueden utilizarla para cocinar o guisar. Uno de los vecinos, Manuel Jesús Benítez cuenta como en una ocasión de uno de los pozos de los que se abastecen rebosaban los vertidos y tiene análisis del agua de los pozos de suministro en los que se indica que no es apta para el consumo. Además de las viviendas de la zona, hay más de 50 afectadas, cerca del lugar está el centro de menores Remar.

Alwadi-ira explica que la situación del acuífero de la zona es muy grave «tanto por el grado de contaminación por nitratos que soporta como por el nivel de sobreexplotación que reconoce la misma Confederación Hidrográfica del Guadalquivir».

Alwadi-ira en la denuncia que ha dirigido a los distintos organismos solicita entre otras cuestiones la inspección del lugar y la elaboración del correspondiente informe así como la apertura del expediente sancionador si procediese; el establecimiento de los mecanismos necesarios que impidan los vertidos y la restauración del daño causado y la comprobación de la potabilidad de las aguas para consumo humano en la zona.

También los vecinos que afirman que padecen este problema desde hace al menos cinco años, han interpuesto varias denuncias contra la empresa que desarrolla la explotación ganadera y han puesto los hechos en conocimiento del Ayuntamiento de Alcalá y del Seprona.

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