Obras, ampliaciones, caracolas y un instituto a la espera de presupuesto

La situación de los centros escolares de Alcalá es de uno de los caballos de batalla del gobierno local y una de las cuestiones que más quejas genera entre los ciudadanos. El problema general está en la falta de espacio para acoger la demanda de una población que ha crecido de forma más rápida que las infraestructuras. Por medio también se presentan carencias motivas por la antigüedad de las instalaciones.

En paralelo con la Junta, el Ayuntamiento ha diseñado un conjunto de actuaciones que viene a paliar de forma notable la situación y que resuelve demandas históricas en esta materia, si bien varias de ellas requieren de la confirmación en forma de partida presupuestaria por parte de la Junta para que terminen de tomar forma.

Una de las intervenciones más importantes es la del colegio Manuel Alonso. Aquí cerraron este curso las aulas tipo Sevilla, los padres temían por la seguridad de sus hijos. Llevaban muchos años advirtiéndolo y ya no aguantaron más. Las aulas se derribarán, el gobierno local acaba de anunciar que lo hará a partir del próximo 17 de julio y que correrá con los gastos. En su lugar se construirán seis aulas de infantil con la dotación que ahora se pide para atender a los niños más pequeños de los centros. Para ello también se procederá a trasladar las dependencias del centro de adultos a algún espacio municipal, que está por determinar. Pero la edificación llevará al menos dos cursos. Mientras, la Junta ha indicado que colocará una caracola con dos aulas en uno de los patios para los niños de infantil. Esto al menos permitirá liberar algunos de los espacios comunes del centro,  donde este curso se ha dado clase en todos los lugares posibles, incluido el salón de actos. La delegada provincial de Educación, Francisca Aparicio ha mostrado el compromiso de la Junta de que la construcción del aulario estará recogida en los presupuestos de 2018.

Otro alivio para la falta de plazas llegará con la terminación del colegio Rodríguez Almodóvar, donde ha habido caracolas este curso. Ya están licitados el proyecto de ampliación que supondrá retirar las aulas prefabricadas y sumar 300 puestos escolares, que sumados a la capacidad actual hará que el centro alcance los 525 alumnos. Se convertirá de esta forma en un centro completo de Primaria con dos líneas. La obra consiste en gran parte en la creación de los espacios comunes y complementarios como biblioteca, salón de usos múltiples, una nueva pista deportiva, aseos adaptados o aula de educación especial.

Un nuevo instituto es otra necesidad imperiosa para la ciudad, por la falta de espacio que existe en los actuales. En el caso del Albero por ejemplo, están casi al doble de su capacidad. Por ahora está decidida la ubicación. Una parcela en Nueva Alcalá, que ha cedido el Ayuntamiento con la intención de acelerar el proceso. Pero en este caso aún no está redactado el proyecto. La delegada territorial de Educación también se ha comprometido a que el instituto aparezca en los presupuestos de 2018, pero en cualquier caso, su tramitación está más atrasada que en los casos anteriores.

La Junta acometerá otras obras de adaptación y mejora a lo largo de este verano en los institutos de la localidad. En el Alguadaíra transformará un espacio para adecuarlo a aula de secundaria, en el Tierno Galván se adecuará una zona para el nuevo módulo de electromecánica, en el Monroy también se harán obras de adecuación en la zona de la cafetería y en el Albero se solucionarán los problemas de las cubiertas que provocan inundaciones en los días de lluvia.

Por su parte, el Ayuntamiento ha confirmado la inversión de 45.800 euros en el colegio Antonio Machado para reparar las cubiertas, construir un muro de contención en la zona del patio y reforzar la línea eléctrica para permitir la climatización de las aulas.