Año negro, annus horribilis… llámelo como quiera, pero lo cierto es que nadie ignora lo nefasto que ha sido 2013 para el sector cinematográfico español (como para el resto de sectores culturales). No sólo se trata de que la venta de entradas haya descendido de 94 millones a 80 de 2012 a 2013 (por más que haya subido el precio de las entradas), ni que la recaudación global hecha por los exhibidores haya caído en 107 millones respecto al año anterior (quedando la cosa en 507 millones de euros recaudados), sino que las producciones han caído drásticamente, que se ha instaurado el nefasto modelo ‘low cost’ (por muy buenos resultados que dé creativamente, afianza la precariedad) y los recortes se han cebado con el fondo de la cinematografía, que ha descendido más de un 60% en los últimos 4 años, dejando a España a la cola de los países europeos en el apoyo a la cultura.
La lista de despropósitos continúa: el paro en el sector crece, el IVA cultural en el 21% no ha facilitado las cosas, el éxito de las iniciativas como la Fiesta del cine, que bajaba el precio de las entradas hasta 2,90 euros para fomentar la asistencia parece insuficiente… y mientras el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha permanecido en guerra abierta con el sector, por más que en la última reunión con la patronal de los productores (Fapae), prometiera que va a estudiar la subida de la deducción para la inversión en cine del 18% actual a un 30%, cosa que no resolverá los problemas estructurales de un sector que necesita apoyar no solo a las grandes producciones, sino también al cine más pequeño y de vanguardia. Fin de la retahíla… cojamos aire.
Todo este panorama negro azabache ¿quedará fuera de la gran fiesta del cine español? Dudosamente. La mecha en forma de guión o en los discursos de recogida de premios es más que probable y ni siquiera la muy polémica ley del aborto, criticada abiertamente por varios de los nominados como Maribel Verdú, debería quedarse fuera.
Con todo este arsenal, ¿qué hará Manel Fuentes, presentador de la gala 2014? De entrada en el spot promocional presentado este mes de enero, Antonio Resines se juega un Goya a la ruleta justo después de preguntarle a Isabel Coixet “¿Tú crees que esta es la mejor manera de financiar el cine?” “En España, sí” , responde Coixet. Guiño malicioso a Montoro y sus tijeras, y cómo no, al fallido proyecto de Eurovegas.
Manel Fuentes, que debuta este año, ya adelantó que será una gala “dinámica” llena de “espectáculo” que, por supuesto, “no estará exenta de críticas, pullas y parodias, desde todos los ángulos", para conseguir que el cine “sea de todos”. El 9 de febrero, ¿dinamita?
